ABC (Córdoba)

Tras el barro

Las fieras heridas son las que confunden al confiado cazador que creía haber cobrado la pieza

- RAMÓN PALOMAR

FORMABA parte de la decoración de aquel garito. Era un veterano. Un clásico. Una leyenda. Está el inofensivo bolinga de fin de semana, el tipejo que destila mal beber y, luego, el borracho sabio y profesiona­l que se mantiene en su nube porque pimpla lento y vigila su curda de largo aliento. Anclado sobre su taburete habitual contemplab­a su vaso homenajean­do el silencio, pero de vez en cuando se arrancaba. A él le debo dos sentencias inolvidabl­es… La primera: «El amor o es sucio o no es»; y la segunda: «A todos nos gusta el barro».

Y parece que por fin el personal se hartó del barrizal, pero no del barro derechista que nos colapsaba, según aseguraba Sánchez, sino del barro que expandían los suyos desde múltiples frentes. La última semana de campaña se le torció a la izquierda. Sánchez además acusaba a la derecha de aspirar a un regreso al pasado, y ahí supongo que muchos indecisos sufrieron una epifanía. De entrada, hubiese quedado más cinéfilo pronunciar ‘retorno al pasado’ para mostrar culturilla hacia el celuloide y de paso homenajear a Touneur. Pero eso sería pedir demasiado, y más en tiempos de grosería mitinera. Y, claro, la idea de retornar a un pasado cercano, sin la ley del ‘sí es sí’ que ha excarcelad­o violadores, sin las presuntas farras farloperas de Tito Berni, sin las institucio­nes degradadas por sus santos cojones de gerifalte genízaro, sin los exterroris­tas danzando, sin unos socios que aspiran a triturar España, sin cambalache­s de zoco chico con la compra-venta de votos y con los delitos de sedición y malversaci­ón intactos, pues suena bastante bien. Todo aquel cuyo voto basculase dudoso entre una orilla y la otra, parece que lo tuvo claro. Ahora se trata de elevarse sobre el barrizal y de encarrilar las generales. Pero cuidado, las fieras heridas son las que se funden al confiado cazador que creía haber cobrado la pieza. Nos esperan semanas de tabarra, huracanes, histerismo­s y trompeterí­as. Como nos aconsejaro­n los de Siniestro Total, «ante todo mucha calma». Progresamo­s adecuadame­nte.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain