Javier Cienfuegos, ¿una alcaldía a cambio de París 2024?
El plusmarquista nacional de lanzamiento de martillo gana las elecciones en el pueblo pacense de Montijo por mayoría absoluta, pero compromete su futuro deportivo y su última presencia en unos Juegos Olímpicos
Un nutrido grupo de vecinos grita mientras hace un corro en torno a Javier Cienfuegos frente a la sede del Partido Popular en Montijo: «¡Alcalde, alcalde!». Son cerca de las doce de la noche y el resultado ya es inamovible. El PP contabiliza 4.072 votos, 128 más que la suma de las otras cuatro candidaturas (PSOE, IU-Podemos, Vox y Ciudadanos). Supone un porcentaje del 49,95 % y un total de nueve concejales. Mayoría absoluta. Cienfuegos sonríe y suspira profundamente. Asumir el bastón de mando del Ayuntamiento le cambia la vida.
«Montijo va a ser lo primero», decía durante la campaña electoral el atleta, plusmarquista nacional de lanzamiento de martillo, consciente del importante paso que había dado al aceptar encabezar la lista de su partido en las municipales de su pueblo. Allí inició el PP la tradicional pegada de carteles para estas elecciones, con Alberto Núñez Feijóo en primera fila. No era por casualidad. El partido azul tenía entre ceja y ceja recuperar el Gobierno de Extremadura, como así ha sido, y la imagen del líder nacional en un pueblo pacense de 15.000 habitantes, acompañado de Cienfuegos, era sumamente atractiva.
El nuevo alcalde no es un advenedizo en la política. Los últimos cuatro años ha sido parlamentario autonómico en Extremadura donde, entre otros cargos, ha sido miembro de las comisiones de Igualdad, Cultura, Turismo, Deportes y Educación y ha participado en 751 iniciativas. Pero gestionar el día a día de su pueblo, los problemas de sus vecinos, va a ser un trabajo de dedicación exclusiva. «La gente quería un cambio y así nos lo ha hecho saber. Es cierto que nos ha sorprendido la mayoría absoluta. Es la primera vez», reconocía el candidato después de recibir los resultados.
«Montijo va a ser lo primero», repetía una y otra vez. El problema es que Cienfuegos (32 años) es, sigue siendo, atleta profesional. Y la política compromete seriamente su presencia en los próximos Juegos de París 2024. Él se resiste a renunciar a esa aventura olímpica, la última, aunque admite que ya no depende solo de él. No se trata ya de encontrar los huecos para entrenar en una agenda que estará abarrotada. Están también los imponderables, y por último esos problemas de espalda (dos hernias y otra más en ciernes) que no le dan respiro. «Para unos Juegos tienes que apretar mucho, llevar tu cuerpo al límite, y ahora está tocado», afirmaba durante el invierno, cuando aún no sabía que iba a ser alcalde.
Esta temporada apenas ha competido. En febrero participó y ganó en el Campeonato de España de Lanzamientos Largos de Invierno con 72,40 metros. Dos semanas después acababa 14º en la Copa de Europa de Lanzamientos en Leiria (Portugal) con 69,12 metros. En ambos casos a mucha distancia de su récord de España (79,38 metros). Lejos de su mejor estado de forma.
Antes de salir elegido, el atleta aún aspiraba a recuperar el nivel que lo llevó a dos Juegos Olímpicos (Río 2016 y Tokio 2020) y a ser séptimo en el Mundial de Doha 2019. En esa época se apuntaba a todo curso o máster que le sirviera para evadirse del tartán. Quiso hacer lo mismo con la política. Pero lo que empezó siendo una segunda ocupación se ha convertido ahora en la principal. La pregunta es si lo podrá compaginar.*
Por goleada El atleta sumó 4.072 votos, 128 más que el total de las otras cuatro candidaturas juntas