Cataluña adoptará restricciones severas ante la peor sequía registrada
▶Con las reservas al 16,2%, en dos semanas se entrará en la fase de Emergencia que prohíbe llenar piscinas y veta nuevas actividades
En una situación de «normalidad hídrica», la población de Cataluña (7,5 millones) gastaba un hectómetro cúbico diario de agua, equivalente a mil millones de litros (1.000.000.000). Esos volúmenes ya hace tiempo que se dejaron atrás gracias a medidas de ahorro y a la concienciación colectiva, y aunque el volumen de las reservas baja a un ritmo cada vez más lento por este motivo, no cae una gota del cielo. Con estas perspectivas, la Generalitat estima que en un par de semanas las reservas de las cuencas internas –de las que se abastece el grueso de la población catalana– estarán ya por debajo del 16%, que es el umbral a partir del cual la comunidad entrará oficialmente en fase de Emergencia. Ahora las reservas están al 16,2%.
Según confirmó ayer tras la reunión del Ejecutivo catalán el consejero de Acción Climática, David Mascort, las previsiones de lluvias para las próximas semanas –escasas, sí acaso algo de agua a final de semana– anticipan que la entrada en fase de emergencia es cuestión de días. De hecho, y en lo que es una situación hasta ahora no protocolizada dentro del llamado Plan de Sequía, Cataluña lleva varias semanas en fase de «preemergencia», que ha permitido adoptar algunas medidas de ahorro y, como se ha visto ahora, postergar la fase de emergencia y las medidas más severas, algunas de las cuales con impacto en la actividad económica.
Ahora, y en el marco de la nueva fase de Emergencia, la Generalitat ha introducido algunos cambios en las restricciones, en este caso para flexibilizarlas. Así, tanto en las fases I y II de la Emergencia –cuando el consumo de manera general se limitará a 200 y 180 litros de agua por persona y día, respectivamente– se permitirá el rellenado parcial de las piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat –cerca de 500 en todo el territorio– y de las descubiertas que dispongan de un sistema de recirculación del agua. Para ello, será necesario ahorrar un volumen de agua equivalente al empleado en el rellenado de la piscina mediante la aplicación de medidas de ahorro, como puede ser el cierre de las duchas.
De la medida quedan excluidas las piscinas privadas –cuyo rellenado ya está prohibido ahora–, así como las instalaciones de hoteles, cámpings o balnearios, que podrán seguir usándose mientras haya agua suficiente. En ningún caso podrán rellenarse.
Por lo que respecta, al «riego de supervivencia» de arbolado y jardines botánicos, podrá realizarse si se lleva a cabo con aguas regeneradas procedentes de depuradora o con aguas freáticas siempre que no reduzca la disponibilidad de agua para el abastecimiento domiciliario. Otro tanto sucederá con el riego de campos deportivos de césped natural para la práctica del deporte federado, que se podrá llevar a cabo si el agua es freática o regenerada y se ahorre un volumen de agua equivalente. Es, como ya se explicó hace unas semanas, una medida que afecta a cualquier práctica deportiva, incluida la profesional, afectando pues a clubes como el FC Barcelona.
Fugas: 25% de agua perdida
En la fase de Emergencia habrá moratoria en la puesta en marcha de actividades económicas que requieran un alto uso de agua en el municipio en el que se instalen, con especial incidencia en actividades como granjas, planeamiento urbanístico, ampliación de hoteles o industria.
En paralelo, el Govern ha aumentado hasta los 120 millones la partida para ayudar a los municipios a reparar su red de cañerías, por donde se estima que, debido a su mal estado, se pierde hasta un 25% del agua que circula. Desde que se puso en marcha el plan de ayudas son unos 700 pueblos y ciudades los que han solicitado acogerse al plan subvencionado de reparaciones.