Cuerda del lago: 9 milímetros, dos empalmes y vencida un día antes
▶ Fabricada en nylon fue colocada la mañana anterior pero acabó combada
La única medida de seguridad a la que podían agarrarse los militares en el ejercicio ‘cruce del lago’ en Cerro Muriano en el que perdieron la vida un soldado y un cabo era una cuerda de 9 milímetros de espesor de ‘Nylon’ —se suele usar en la disciplina deportiva de escalada— conformada por dos tramos de 60 metros empalmados con otro de 30 metros atados con mosquetones a dos encinas sin tensar.
«La cuerda no tenía ni entidad ni robustez suficiente», recoge el atestado de la Policía Judicial que acudió a la inspección del suceso en la Base Militar de la Bri X, para servir como línea de vida y soportar el peso del número previsto de militares que realizaron el cruce del lago ese fatídico 21 de diciembre, en el que perdieron la vida dos personas ahogadas.
Esta cuerda, según el análisis de las causas de la muerte de estos dos militares elaborado por la Policía Judicial, «cruzaba el lago e inicialmente tenía como función guiar el cruce, pero que, en caso de necesidad urgente, podría servir de agarre para no sumergirse». El capitán fue el que ordenó el día anterior a un sargento la colocación de una cuerda guía de extremo a extremo a este subordinado. No era la primera vez que lo hacía, según declaró ante la Guardia Civil.
A las 10.30 de la mañana del miércoles 20 se desplazaron hasta este lugar. Las tres cuerdas dinámicas eran dos de 60 metros y una de 30 metros empalmadas con dos dobles nudos tejedores y con un mosquetón en un nudo de anclaje y una cuerda de anillo a los árboles estaba lista. Fueron tres los militares los que se desplazaron esa mañana a colocar la cuerda guía. Uno de ellos era pescador experto en ese tipo de nudo marinero e iban en una embarcación ‘tipo pato’ ataviados con neopreno y botas de gomas para llevar la cuerda de un extremo a otro de lago artificial. Sargento y soldado colocaron las cuerdas atadas a la encina, pero advirtieron al capitán que no estaba tensada y sobre los 7 u 8 metros la cuerda ya tocaba el agua.
Cómo se colocó la cuerda
Lo habitual, reconoció este sargento en su declaración ante los agentes de la Guardia Civil que investigan el caso, es que se coloque una línea de vida, no esta cuerda guía. Pero para colocar esa línea de vida, que suele ser de otro material como acero, se necesita otra preparación, porque hay que usar otros ajustes y poleas a las que se enganchan los soldados con arneses para atravesar el lago durante el ejercicio. A las 13.55 horas, este equipo de tres personas envió mensaje al capitán para comunicarle que «la cuerda está tensada».
Las características de la cuerda hizo que el capitán pidiera que, a primera hora antes del ejercicio (previsto sobre las 9.00 horas de la mañana), la cuerda se tensara. El problema estaba en que este responsable de instalar la cuerda ya avisó la noche de antes, según su declaración ante la Policía Judicial, de que no podría ser él por causar baja médica y serían otros los que la supervisarían, como parece que así fue. En el momento de la prueba, muchos de los soldados del primer y segundo pelotón quedaron en la zona media del lago, pidieron ayuda y no eran capaces de mantener las mochilas a flote. Al no poder nadar y sujetarse a la cuerda guía, ésta se hunde y pierde su función de sujeción en emergencia.
«Los militares no pueden mantener las mochilas a flote y al no poder nadar y sujetarse a la cuerda guía, ésta se hunde»
El informe de la Policía Judicial determina que la sujeción «no tenía ni entidad ni robustez suficiente»