Françoise Bettencourt, la mujer más rica del planeta
Pese a su fortuna, la heredera de L’Óreal ha logrado desarrollar más su lado intelectual que el social. Madre de dos hijos, se casó con el amor de su vida
Atrás quedó la época en la que sólo los hombres figuraban entre los primeros puestos de la lista de las mayores fortunas del mundo. En la actualidad, hay más de 330 mujeres multimillonarias cuyos nombres se cuelan en estos listados. Eso sí, hay una que sobresale sobre el resto y que acaba de convertirse, según ‘Bloomberg’, en la primera mujer del mundo en superar los 100.000 millones de euros: Françoise Bettencourt Meyers, la heredera de L’Óreal. La francesa es la undécima persona más rica de todas las que habitan en el planeta y, además, la mujer más rica. Un hito que llega después de que las acciones de L’Óreal SA hayan alcanzado, en 2023, su mejor precio desde 1998.
Pese a que su familia ya amasaba una gran fortuna cuando ella llegó al mundo, en 1953, su visión y vida dista mucho de la de su madre. Mientras que Bettencourt Meyers ha optado por la discreción y desarrollar más su lado intelectual que el social, Liliane Bettencourt disfrutaba de su alto nivel de vida como dama de la alta sociedad francesa. Y el hecho de que fueran tan distintas resquebrajó su relación pese a que terminaron superando sus diferencias.
Bettencourt Meyers tuvo que madurar a pasos agigantados. Por ello, antes de contraer matrimonio con Jean Pierre Meyers, descendiente de un gerente de L’Óreal y de familia adinerada, sabía que habría hombres que podrían acercarse a ella por el dinero que poseía su familia, pero no encontró eso en su esposo. Y es que, cuando aún no había cumplido los 20 años conoció al que se ha convertido en el gran amor de su vida y con el que ha formado una familia: tienen dos hijos, JeanVictor Meyers y Nicolas Meyers.
Casada por amor
Además, si algo tenía claro era por sus valores y principios es que sería ella misma la encargada de elegir a su marido rigiéndose por sus sentimientos y que no se casaría por conveniencia. Por eso siguió con sus deseos pese a que su relación con Pierre Meyers no fuera vista con buenos ojos, en un principio, por sus padres puesto que él era nieto de un rabino que fue asesinado en Auschwitz. Esto hizo que recordasen dos situaciones delicadas en la que estuvieron involucrados sus antepasados: a su abuelo, el fundador del imperio de L’Óreal, Eugène Schueller, se le investigó por una presunta colaboración nazi tras la guerra y
André Bettencourt, su padre, publicó artículos contra los judíos al inicio de los años 40.
En 2010, la familia copó titulares en todo el país tras verse inmersa en un escándalo sin precedentes. Poco después del deceso de André Bettencourt, Françoise Bettencourt Meyers interpuso una demanda contra FrançoisMarie Banier, amigo de Liliane Bettencourt, por «abuso de debilidad». Fotógrafo de profesión, llevaba años recibiendo regalos valorados en más de 1.000 millones de euros entre los que se encontraba un Picasso, un Matisse y algunas pólizas de vida que había firmado su madre en vida tras sufrir varios ingresos hospitalarios. Los medios franceses ‘Le Point’ y ‘Mediapart’ publicaron partes de unas grabaciones que hizo un mayordomo de la viuda de André que probaban la gran influencia que el joven tenía sobre ella.
Escándalo nacional
La relación con su madre Liliane Bettencourt sufrió altibajos por su manera de ver la vida
Comenzó así un procedimiento judicial que fascinó a Francia y cuya duración fue de siete años. El juicio concluyó que la viuda de André sufría demencia y, como consecuencia, se le puso bajo el control de su primogénita y de sus dos nietos. Además, ambas partes llegaron a un acuerdo para no seguir enfrentados judicialmente. Eso sí, la magnitud del caso fue tal que hasta Nicolas Sarkozy, el entonces presidente de la República Francesa, se vio salpicado: se le acusó de haber financiado ilegalmente su campaña después de que una excontable de la empresa aseverase que había preparado «un sobre con 150.000 euros» para el político francés. Fue absuelto.