Cruce de versiones sobre si sabía nadar el cabo fallecido en el lago
La viuda, el hermano y compañeros aseguran que sí; otros testigos discrepan de ello
¿Sabía o no sabía nadar el cabo Jiménez fallecido en el cruce del lago del campo de maniobras de Cerro Muriano? Podría ser una de las claves del caso. Frente a testimonios que apuntan a que no, su viuda y hermano han declarado, junto a otros efectivos militares, que sí.
¿Por qué, entonces, murió ahogado junto a el soldado Carlos León, que sí sabía nadar? La hipótesis más probable y repetida en los testimonios recogidos por la Policía Judicial en su atestado es que «los militares quedaron paralizados al entrar en el agua porque estaba helada; los calambres en las piernas y una presión en el pecho que les impedía moverse les llevó al fondo del lago». La instrucción de la Guardia Civil apunta a —sin ser la única razón— «su posible incapacidad para nadar» dentro de las causas del fallecimiento por ahogamiento del cabo Jiménez.
Entre esas razones, los investigadores concluyen que este ahogamiento «se pudo deber a que no utilizó adecuadamente la mochila como elemento de flotación para el apoyo al cruce del pantano, ignorando el motivo por el cual no la traspasó a la parte delantera siguiendo las instrucciones dadas por el teniente y el capitán; a que falló la medida de emergencia que suponía la cuerda guía y finalmente a su posible incapacidad para nadar y no recibir el auxilio necesario por no haber elemento o personas que pudieran proporcionarlo con la prontitud exigida».
El abogado de la familia del otro soldado fallecido, Luis Romero, en un artículo de opinión en el digital ‘Confilegal’, ha asegurado que no sabía nadar, y apela a que «debe conocerse cómo se permitió adentrarse en esa charca artificial a un cabo que no sabía nadar, que llevaba diez años en el Ejército participando en misiones internacionales y que había advertido el día antes y el mismo día a sus jefes que no sabía nadar; todo se confió a una mochila y a una cuerda guía que no era de vida. No había socorristas, salvavidas, lanchas, médicos, enfermeros, ambulancias,...; en definitiva, ningún plan de salvamento».
La viuda del joven militar adamuceño, en una reciente declaración ante la Policía Judicial, ha vuelto a defender que su marido sabía nadar. «Mi marido practicó cuatro años la natación cuando era pequeño; además de que en años más recientes hemos ha realizado viajes a la playa y ha realizado nado sin ningún problema», ha afirmado como testigo. «El año pasado ambos realizamos piragüismo en el descenso del río Sella en Asturias», ha declarado la esposa del cabo, pero haciendo hincapié en que «estas circunstancias a nado no son las mismas que se tuvieron que dar en el lago durante el ejercicio debido a la temperatura del agua, el barro, el uniforme y botas que vestía su marido; todo ello añadido al peso de su mochila y fusil».
En este sentido, el hermano del cabo fallecido precisó: «Mi padre no sabía nadar por eso desde pequeños se preocupó de que mi hermano y yo supiéramos y nos apuntó a cursos de natación. Los títulos tienen que estar por ahí».
No se daba pie
Sin embargo, en las diligencias policiales constan algunos testimonios que indican lo contrario. Según un cabo de la plana mayor del capitán investigado y un soldado, rememoran en sus declaraciones una conversación el día anterior a los hechos con el propio mando en la que habría estado presente el cabo muerto y donde éste se habría enterado de que «el lago se cruzaría por un punto en el que no se hacía pie e informó al capitán de que no sabía nadar», refleja el atestado.
Una sargento, de otra parte, que integraba la compañía de Miguel Ángel Jiménez ha declarado que este cabo «sí estaba bien preparado para el ejercicio y formado». A su juicio, en declaraciones ante la Guardia Civil, «el motivo por el que murieron ahogados el cabo y el soldado fue porque no pudieron nadar y eso se debió producir por problemas de movilidad y una vez que no pueden nadar no fueron auxiliados con la suficiente rapidez».
La posición de la mochila, el fallo de la cuerda y la incapacidad de nadar y recibir auxilio, factores de su muerte según el atestado