La última «línea roja» que los socialistas se saltan tras comprometerse a respetarla
Hace menos de una semana, amnistiar cualquier delito de terrorismo en el marco del ‘procés’ era algo que el PSOE no contemplaba. Al menos eso se desprendía de las palabras de varios de sus dirigentes más relevantes. Así, Óscar Puente, ministro de Transportes, reconocía que «el delito de terrorismo no puede estar presente como un delito amnistiable» y que eso era «una línea roja». Discurso que remitía al pronunciado por Félix Bolaños, ministro de Justicia, para el que hace una semana los «delitos graves», como los de terrorismo, debían estar «exceptuados de la amnistía».
De hecho, Bolaños siempre ha defendido que la ley, tal y como se presentó, era impecable en todos sus sentidos. Si acaso, abogaba por alguna enmienda técnica con voluntad de reforzar el texto inicial. Nada de cambios sustanciales como el pactado ayer con los independentistas. Tan claro había sido Bolaños en sus comparecencias públicas que Pilar Alegría se refirió a ellas para recordar a los medios que los delitos de terrorismo no podían ser amnistiados en ningún caso. «El ministro de Justicia ha sido absolutamente claro, es nuestra línea roja», señaló la portavoz del Gobierno y titular de Educación.
Líneas rojas que lo eran también para Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, al ser preguntado la semana pasada por la misma cuestión. «Las causas que tienen una gravedad extrema que podrían ser consideradas de terrorismo no estarán contempladas en la ley definitiva», afirmaba el socialista en una entrevista en RTVE. Convicciones que se esfumaron ayer con el acuerdo que amplía la amnistía a todo el terrorismo del ‘procés’ y que blinda por completo a Carles Puigdemont.