Los analistas desconfían de que el Gobierno recorte el déficit al 3%
Consideran que será necesario ajustar 9.000 millones extra para alcanzar la meta
El que se perfila como uno de los grandes temas de la política económica del Gobierno para este año 2024, la reducción del déficit público hasta el 3% del PIB que se comprometió con Bruselas en abril del año pasado y que es imperativa para no entrar en el nuevo marco fiscal europeo con el pie izquierdo, es inalcanzable bajo las actuales condiciones a juicio del 90% de los analistas que participan en el panel de Funcas, el informe que refleja el consenso de las previsiones sobre la economía española.
La actualización de enero del consenso de los analistas, difundida ayer, anticipa que en ausencia de medidas adicionales de ajuste en los Presupuestos Generales del Estado para este año el déficit de las administraciones públicas cerrará el año en el 3,6%, alrededor de 9.000 millones de euros por encima de la frontera que separará a los cumplidores de los incumplidores del nuevo marco fiscal que Europa se apresta a estrenar. Solo dos institutos de previsión de entre la veintena que contribuyen al panel de Funcas, la consultora AFI y el servicio de estudios de la Universidad Autónoma de Madrid –que en ambos casos mantienen previsiones de crecimiento muy por encima del consenso– confían en que el objetivo de consolidación fiscal se alcanzará, mientras más de la mitad auguran que el déficit no solo no retrocederá al 3% sino que se quedará más cerca del 4%.
La fotografía de los analistas empeora las expectativas del Gobierno, pero también las de los organismos internacionales que vaticinan una desviación mucho menor de las cuentas públicas, de unas dos décimas.
El último observatorio fiscal difundido por BBVA Research da algunas claves que explican este mayor pesimismo.El servicio de estudios de la entidad explica, por ejemplo, que mientras que el año pasado la pujanza de la actividad económica restó por sí sola seis décimas de déficit público respecto al escenario de 2022, el debilitamiento del crecimiento que se anticipa en 2024 hará que la coyuntura reste apenas una décima al déficit, lo que hará depender su reducción del ajuste fiscal que se aplique.
El mantenimiento al menos hasta el mes de julio de buena parte de las medidas aprobadas en su momento para atenuar el impacto de la inflación minimiza ese ajuste y explica en buena medida por qué los analistas no terminan de confiar en que el déficit pueda reducirse hasta al 3%. En un contexto, además, en que, como subraya el informe de BBVA Resarch, los ingresos impositivos se comportarán de forma menos dinámica a lo que espera el Gobierno, particularmente en los impuestos vinculados al empleo: IRPF y cotizaciones.
El coste de incumplir
España se juega mucho en el envite. La inminente entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales acordadas precisamente durante la presidencia Española de la UE sitúa al Gobierno ante la tesitura de acelerar los ajustes presupuestarios en 2024 para evitar caer en las garras del procedimiento de déficit excesivo, que se aplica a los países con un desequilibrio fiscal superior al 3%, o contemporizar y afrontar el marco de control reforzado, suavizado tras esta nueva reforma, pero que según ha recordado recientemente un informe de la Real Instituto Elcano «obligarán a España a reducir su deuda pública y su déficit estructural a un ritmo acelerado».
La diferencia entre cumplir o no no es menor y determinará la posibilidad de acogerse a un ajuste anual suavizado de entre el 0,4% y el 0,25% del PIB hasta dejar el déficit estructural en el 1,5%, o tener que recortar medio punto anual.
Menos crecimiento
En conjunto, los analistas prevén menos crecimiento y menos empleo del que esperaban hace apenas dos meses. El consenso sigue apuntando a un crecimiento del 1,6% en 2024, pero hay cinco institutos de análisis que han recortado su previsión respecto a la que tenían en noviembre mientras que solo uno la ha mejorado, del mismo modo que ha ocurrido con las expectativas sobre la inversión de las empresas que han caído del 2,7% al 2,4% pese al impulso de los fondos europeos. En cuanto al empleo, la conclusión general es que crecerá un 1,5% este año, por debajo del crecimiento de la economía por primera vez desde la salida del shock de la pandemia.
La tasa de paro se quedará en el 11,7%, muy lejos del 10,9% de la previsión oficial. Los salarios, según la foto del panel de Funcas, volverán a aumentar por encima de la inflación en 2024. Mientras el año pasado crecieron un 4,5% frente al 3,5% de la inflación media, este año se espera que suban un 3,5% en tanto que la inflación media se quedará en el 3%.
Los institutos de previsión sitúan ya la inflación media esperada para 2024 en el 3%, pero mantienen que la economía crecerá un 1,6%