Simeone y los audios del VAR: «Se creen que somos todos tontos»
Se juega el Atlético de Madrid esta noche su futuro en la Copa del Rey, en los cuartos de final y a partido único bajo el calor de su gente en el Metropolitano, pero el grueso de preguntas que recibió Diego Pablo Simeone en la víspera del encuentro ante el Sevilla tuvieron una temática distinta al trascendental partido: la polémica en torno al arbitraje y, por supuesto, los audios filtrados del VAR. «Creo que los árbitros están pasando un momento de mucha presión, segurísimo. El videoarbitraje los mejora, pero al mismo tiempo los expone. Después nos ponemos a discutir si lo de los audios está bien, aunque la cuestión no es que los filtren, sino lo que pasa en ellos. Se creen que somos todos tontos y nos da bronca», declaró en primera instancia el técnico argentino.
«Lo que necesitamos todos es la tranquilidad de que las cosas sean naturales. Todos nos podemos equivocar, nadie es perfecto. Cuando todo se hace con naturalidad, todo fluye. Lo mejor para nosotros es estar calladitos, correr y dejar a los árbitros actuar», zanjó Simeone.
Dudas de importancia
Dejando atrás las controversias relacionadas a los silbatos, Simeone confirmó las dudas en relación a la presencia hoy de Mario Hermoso y Antoine Griezmann, ambos tocados físicamente. Sin embargo, el entrenador bonaerense fue optimista: «Esperemos que se recuperen y ya decidiremos qué es lo mejor para todos». Estén o no ambos jugadores en el once del Atlético, el argentino quiso mandar un mensaje de positivismo a su afición tras las dos victorias vitales ante el Real Madrid, en octavos de Copa, y el Granada (el pasado lunes en la Liga): «El equipo va creciendo, mejorando en cosas puntuales que debemos mejorar y partido a partido, como siempre».
Por último, Simeone analizó a su rival, el Sevilla: «Es cierto que están en un momento de necesidad, pero nosotros también tenemos las nuestras. Tienen grandes futbolistas y un gran entrenador que nos conoce».
«Lo mejor para nosotros es permanecer calladitos, correr y dejar a los árbitros actuar»