Aparcamientos o control de pasaportes, las mejoras que aún necesita el aeródromo
▶ Tampoco dispone de cafetería y es urgente una ampliación de la zona de aseos
El aeropuerto de Córdoba se ha transformado de forma considerable en los últimos años, pero tiene todavía algunas tareas pendientes para que las compañías aéreas comerciales hagan una apuesta decidida por operar con rutas desde o a Córdoba (ODB). En este caso, las principales reclamaciones institucionales y de los potenciales pasajeros están destinadas a la necesidad de un control de pasaportes, para que se pueda viajar fuera de Europa (de los 27 países que configuran el espacio Schengen); una cafetería o vending; aparcamientos; paradas de transporte público; y mejoras en aseos y controles de seguridad.
En la renovación para que los vuelos regulares vuelvan a operar desde julio han sido fundamentales tres acciones: la reforma-ampliación de la pista, la introducción de la carta de aproximación instrumental (dejó atrás la visual) y la primera fase de la nueva terminal.
No obstante, sigue habiendo aquellas tareas pendientes. La principal reclamación institucional y ciudadana son la implantación de una oficina de control de pasaportes. Sin este tipo de instalación, el aeropuerto de Córdoba está condenado a no poder operar fuera de los países europeos directamente. Por citar un ejemplo, no podría viajarse en vuelo directo a Londres (Reino Unido), tras el Brexit.
Lógicamente, el transporte público, sin conexiones hasta ahora, todavía brilla por su ausencia. Será necesaria una implantación progresiva de parada de autobuses urbanos o incluso de parada de taxis.
En el interior de la terminal también hay más necesidades. La principal pasa por una cafetería. Un pasajero que llegue o vaya a viajar desde Córdoba no tiene la oportunidad de tomarse un café, un refresco, comprar agua, comer un bocadillo, un sandwich o una bolsa de patatas. Un ‘vending’ parece el paso previo a una instalación fija en la terminal.
Quizás otra de las mejoras más perentorias son los aseos. Ahora mismo no tienen la dimensión suficiente, pese a la primera reforma, para soportar la capacidad de los cien pasajeros que comenzarán a viajar en julio los martes, jueves y domingo a Palma de Mallorca y Las Palmas de Gran Canaria. Hay que dotarlo de más retretes.
Tampoco es digno del siglo XXI la zona terriza habilitada como aparcamiento provisional. Es obligatorio, si los resultados de los primeros vuelos son óptimos, que AENA habilite una zona de estacionamiento en superficie debidamente perimetradas y vigilada como hay en todos los aeropuertos del país.
Ampliación de la terminal
El Gobierno de España señaló ayer en Fitur, a través del director general de Transportes Aéreo y Marítimo del Ministerio de Transportes, Benito Núñez, que «es una prioridad para nosotros dar una respuesta positiva y contribuir a que el aeródromo (de Córdoba) tenga el desarrollo que se merece». Añadió que «con el objetivo en mente de consolidar Córdoba como un destino a visitar a través de su aeropuerto», estos primeros vuelos y la ampliación que ayer anunció de la terminal, «podrá cristalizar en el establecimiento de rutas regulares entre la ciudad y otros destinos nacionales e internacionales». Un posible segundo paso.
Respecto a los trabajos de ampliación de la terminal, Núñez apuntó que cuentan con una inversión de 2,2 millones de euros y que comenzarán en las próximas semanas. Deberían acabar hacia finales de 2024. Será una nueva construcción, que quedará ensamblada con la terminal actual por la fachada norte. El edificio resultante tendrá más de mil metros cuadrados. También 50 metros cuadrados para el tratamiento de equipajes facturados.
Habrá un nuevo mostrador de facturación (pasará a tener tres) o un equipo de Rayos X adicional (tendrá dos) en el control de seguridad, que dispondrá de dos lectoras automáticas de tarjetas de embarque. Renovará el acerado y habilitará los viales de acceso adecuados a la nueva realidad. Se estima en 100.000 pasajeros anuales su capacidad ahora mismo.
La estimación de AENA para la nueva terminal es de 100.000 pasajeros al año con las operaciones que pueden llegar