La dramaturgia, el momento de la verdad
‘Angèlika’ es un ejemplo claro de cómo la dramaturgia actual puede seguir siendo crítica social, al tiempo que fresca y catártica. El último drama del genial Josep Galindo se centra en dos hermanas gemelas, Angèlica y Sofia, y se desarrolla en el contexto actual marcado por acontecimientos históricos y sociales significativos, en especial, la corrupción de la democracia. La historia combina elementos de drama personal e intriga política y judicial. Angèlica –estudiante de Historia del Arte y activista– se convierte en un símbolo utopista de resistencia contra un sistema corrupto y manipulador; mientras que Sofia –no por casualidad su hermana gemela– representa una perspectiva más cautelosa y realista. A través de diversos escenarios y situaciones, los personajes se enfrentan a retos éticos y emocionales, revelando así aspectos profundos de su carácter y evolución personal. La narrativa se entrelaza con la responsabilidad personal frente a varios dilemas fundamentales: ¿Es legítimo el uso de métodos disruptivos y agresivos para la transformación social? ¿Es posible en nuestra democracia superar el partidismo, el frentismo y el principio oposicionista, según el cual la propuesta política se define por su estrategia de ataque al adversario? ¿Es posible una Justicia independiente? ¿Deben los lazos familiares o consanguíneos primar por encima de la defensa de la verdad?
El nudo se centra en el juicio a Angèlica, quien es acusada de varios crímenes graves. A lo largo del juicio, se revelan complejidades y conspiraciones, destacando la corrupción y manipulación dentro del sistema judicial y político actual. A través de unos diálogos, a menudo cómicos, magistralmente construidos, la narrativa hace que el espectador se vea inmerso en contextos actuales.
La trama nos acerca, ‘in crescendo’, a un final dramático y, previsiblemente, trágico. Angèlica es juzgada y condenada a muerte por terrorismo, homicidio y destrucción de patrimonio artístico. Sin embargo, el drama experimenta un giro inesperado cuando se revela que el ‘Guernica’ quemado por Angèlica era una réplica, lo que sugiere una conspiración que involucra a la alta sociedad y la clase política. Durante el juicio, surgen tensiones entre los personajes, mostrando sus verdaderas motivaciones y caracteres. Sofia intenta desesperadamente salvar a su hermana, mientras que ésta, cual Antígona, se mantiene firme en sus convicciones. El juicio se convierte en un espectáculo público, con implicaciones políticas y sociales profundas. El desenlace es impactante y espiritual. Angèlica, condenada a muerte, se transforma en una figura angélica revelando el lugar del auténtico ‘Guernica’ traficado por figuras poderosas de la política y la sociedad actuales. Los últimos diez minutos son apoteósicos donde se hace difícil contener la emoción y las lágrimas.
La revelación final del paradero del verdadero ‘Guernica’ lleva a confesiones masivas, cambios políticos y una breve era de armonía y justicia. Sin embargo, la historia cierra con una nota amarga: los viejos hábitos y sistemas corruptos regresan de nuevo a nuestra sociedad.