El precio del aceite de oliva en origen se triplica en los dos últimos años
▶Productores y comercializadores creen que no hay que esperar una situación de desabastecimiento ▶Muchos consumidores han dejado el virgen extra para pasarse al lampante, pero también se ha encarecido
DESDE hace dos años el sector olivarero cordobés está atravesando por un periodo desconocido marcado por precios excepcionalmente elevados, por menores salidas de producción y por unas existencias muy reducidas. Todo ello viene como consecuencia de un solo factor, que son las bajas cosechas que se han registrado en las dos últimas campañas por el efecto directo de la sequía que azota al campo en los últimos tiempos.
Todo ello ha derivado en un descenso del consumo de aceite de oliva a nivel nacional y en la disminución de las ventas al exterior, aunque entre los integrantes de esta actividad consultados por ABC reina la opinión de que se trata de cuestiones circunstanciales. No obstante, son pesimistas en el hecho de que las cotizaciones vayan a bajar a corto plazo.
Hay que recordar que la temporada 2022-2023 finalizó con una cantidad de zumo de aceituna molturado que alcanzó las 142.000 toneladas en las más de 190 almazaras cordobesas, una cifra que es prácticamente la mitad de lo producido en la campaña previa cuando se llegó a las 280.000 toneladas. Las previsiones para el actual periodo de recolección tampoco son para tirar cohetes, ya que el aforo de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural apunta a una cosecha de unas 143.000 toneladas.
Los números de estas dos últimas temporadas son los más bajos desde el ciclo productivo 2014-2014, cuando el aceite generado contabilizó una cifra muy similar. Las escasas precipitaciones caídas son el principal motivo de esta situación.
La considerable alza de los precios que ha tenido lugar en el último bienio es la consecuencia que más llama la atención derivada de la baja cosecha. En lo que se refiere al virgen extra, su valor en origen se situaba la semana pasada en los 9,16 euros, una cuantía que contrasta enormemente con los 3,32 euros que se pagaban en las mismas fechas de 2022.
Esto supone un encarecimiento del 175 por ciento. Pese a ello, la cotización de la última semana no es la cifra récord, que se registró en la primera semana de enero con un valor de 9,38 euros. Ha sido en los últimos 12 meses cuando se ha acelerado esta tendencia alcista con un alza de cerca del 65 por ciento. Este escenario se encuentra en las antípodas del que se vivía en 2019 y en 2020 con cotizaciones que apenas superaban los dos euros.
La carestía de este oro líquido de mayor nivel ha empujado a no pocos consumidores a otros tipos de aceite
de oliva más modestos, como es el caso del lampante. Sin embargo, también en este caso se han producido crecimientos importantes. Concretamente, entre 2022 y 2024 casi se ha triplicado su coste de compra al pasar el kilo de 2,99 a 8,54 euros. En el último año el incremento de esta variedad ha sido del 82 por ciento.
Sin cambios
Mercolive es una empresa cordobesa especializada en el asesoramiento a los productores en cuanto al funcionamiento del mercado oleícola. Su director técnico, Miguel Jiménez, aseguró que «es difícil prever en qué momento cambiará la tendencia alcista de los precios, pero si no llueve de forma excepcional en estos meses y las estimaciones de producción no apuntan a una subida de la cosecha, mi opinión es que habrá pocas variaciones hasta el verano».
Este experto aseguró que las precipitaciones caídas en otoño y en lo que va de invierno han servicio para mejorar la situación hidrológica de algunas zonas, pero «en general, es necesaria una primavera especialmente lluviosa y en la que no haya calores extremos para facilitar la floración del árbol, sobre todo cuando acumulamos dos campañas consecutivas de baja producción». Por su parte, la secretaria general de la Asociación Cordobesa de Almazaras Industriales (Acora), Macarena Sánchez, afirmó que en el presente periodo de recolección «la tendencia del precio la marcará la producción de aceite existente, por lo que si no existe disponibilidad de recursos para abastecer el mercado, los valores no bajarán, sino que simplemente sufrirán las alteraciones precisas para ajustar la oferta y la demanda».
Desde su punto de vista, lo que pueda pasar más adelante dependerá cómo se presente en términos de cosecha la temporada 2024-2025. «Es un verdadero motivo de preocupación para las almazaras que la próxima campaña sea de un nivel de producción similar a la actual», sentenció la representante de Acora
El secretario general de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Baena, José Manuel Bajo, mantiene una opinión muy similar al respecto. «Desde el punto de vista de la evolución del mercado no prevemos grandes variaciones en el precio debido, fundamentalmente, a la enorme escasez de aceite de oliva a nivel mundial y en el con
junto de España», aseveró. La menor cifra de salidas de producto desde los envasadores es otro de los efectos de la recolección de aceituna tan escasa que se espera. Según los últimos datos dados a conocer por la Agencia de Información y Control Agroalimentario (AICA) con fecha del pasado 31 de diciembre, en los tres primeros meses de la campaña 2023-2024 se habían molturado un total de 82.437 toneladas de aceite, menos de la mitad que el ejercicio anterior.
Por su parte, la comercialización alcanzó la cuantía de 49.878 toneladas y las existencias en ese momento se situaban en 76.664 toneladas. En ambos apartados se tratan de número sensiblemente más bajos que en una temporada normal.
En las fechas referidas en 2019 y 020 las salidas rondaban entre las 63.000 y las 67.000 toneladas, al mismo tiempo que las reservas se fijaban entre las 109.000 y las 115.000 toneladas de aceite.
A pesar de estas estadísticas, en el sector no esperan que el mercado se quede sin aceite en ningún momento. «No creo que lleguemos a una situación de desabastecimiento porque, al final, todos los operadores actúan según la ley de la oferta y de la demanda, de forma de que todo se va autorregulando en función de las existencias que haya en cada momento», según defendió el director técnico de Mercolive. Por otro lado, en opinión de Sánchez, «las almazaras están funcionando de la misma forma que en otras campañas, con la diferencia de que en esta ocasión los recursos disponibles han disminuido sustancialmente».
Todo esto también ha tenido su repercusión en las ventas en el mercado interior. El último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación indica que entre enero y noviembre el consumo de virgen extra había menguado en España casi un 22 por ciento al pasar de 139 a 108,6 millones de litros de aceite.
Pese a ello, para Bajo, «los compradores están reaccionando relativamente bien a estas subidas del precio, ya que se sigue demandando aceite de oliva en todas sus categorías, aunque se aprecia un cambio de hábito de la ciudadanía, que está migrando de los aceites de virgen extra estándar a otros protegidos por las DOP como la nuestra, ya que la diferencia de precios entre ambas se está achicando».
NO había leído a Nuccio Ordine. El jueves de esta semana pasada, a la hora aproximada en la que el alcalde y el presidente de la Diputación estaban anunciando en Fitur el pelotazo de los vuelos regulares desde el aeropuerto de Córdoba a partir del verano que viene, acababan de colocar en el expositor de novedades relacionadas con el conocimiento y la ciencia de la Biblioteca Central de Lepanto —a ver cuándo podemos disfrutar también de la de los Patos— el que creo que es su último libro, y en sentido literal porque este estudioso falleció el año pasado por lo que leo en su solapa. ‘Los hombres no son islas. Los clásicos nos ayudan a vivir’ (Acantilado) es el título al que me refiero y en el que quien lo escribe —docente titular de la Universidad de Calabria y profesor invitado en Yale y en la Sorbona— trata de demostrar que las joyas de la literatura universal son fundamentales para fomentar el entendimiento y la compasión entre las personas. El punto de partida del ensayo es la frase de John Donne que Hemingway contribuyó a hacer célebre al situarla como frontispicio de su relato sobre la Guerra Civil española: «Así, nunca pidas a alguien que pregunte por quién doblan las campanas; están doblando por ti». Las cerca de trescientas páginas están llenas de alusiones a Shakespeare, a Saint-Exupéry (aviador, ya que estamos), a Quevedo, a Conrad, a Bartolomé de las Casas y a Camus entre otros, y sus reflexiones se abren con las citas a un paisano, con lo cual cobra más sentido el interés de los empleados de la sala de lectura de El Marrubial por poner el volumen a la vista de los curiosos. Séneca y sus ‘Epístolas morales a Lucilio’. «No puede vivir felizmente aquel que sólo se contempla a sí mismo, que lo refiere todo a su propio provecho», escribió el cordobés y comenta a continuación el recién descubierto Ordine. Viajar es otra de forma de conocimiento, una manera de alejarse de la rutina, de verse desde la distancia y de observar a otras personas, otros modos de vivir. A Córdoba le hace falta desde hace tiempo no sólo un aeropuerto: también el oxígeno de gente que venga y de vecinos que se den una vuelta por el mundo. Mallorca y Gran Canaria, las dos islas elegidas por los ansiados vuelos regulares, pueden ser un buen punto de partida.