La Guardia Civil vuelve a Cerro Muriano para ampliar la investigación
Mientras se terminan de encajar las piezas judiciales para proseguir con la instrucción de las dos muertes en unas maniobras militares en la Base de Cerro Muriano —pendiente de varios recursos por la inhibición de la Justicia civil a la militar y el primer auto con imputaciones de esta última— las pesquisas policiales continuará esta semana en el propio campo de maniobras.
Según ha podido saber ABC, miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil regresarán al campo de maniobras para hacer comprobaciones sobre la flotabilidad de las mochilas que portaban el pasado 21 de diciembre los miembros del pelotón que cruzaban el lago artificial cuando comenzaron a tener problemas de estabilidad y se produjo el fallecimiento por ahogamiento del cabo Miguel Ángel Jiménez y el soldado Carlos León.
Las primeras conclusiones del atestado policial, como adelantó ABC, ya pusieron el foco en la falta de estanqueidad de las mochilas que portaban los soldados y mandos que atravesaron las gélidas aguas de la charca como uno de los factores determinantes de los fatales hechos. Esas mochilas —algunas con sobrepeso de 3,5 kilos en su interior colocado por uno de los tres imputados por ahora en el caso el día de antes— debían servir para que los militares flotasen a la hora de cruzar el lago, colocándolas por delante de su cuerpo y apoyándose en ellas mientras avanzaban moviendo las piernas.
De las primeras pesquisas se dedujo que no se había revisado la estanqueidad de las mochilas de la primera sección que entró en el agua, por lo que habrían perdido su función. Como ya se ha dicho, el capitán al mando pidió momentos antes de comenzar el ejercicio que se liberaran elementos innecesarios en la mochila. Según se desprende de las conclusiones de la investigación, desconocía que algunas mochilas no se habían revisado (otras sí se examinaron).
En un primer intento con tres soldados para avanzar sobre las aguas, éstos comenzaron a notar problemas con la flotabilidad, e incluso uno perdió su fusil. Regresaron a la orilla, y aún así, el capitán ordenó continuar la prueba. Otro de los elementos sobre los que trabajarán los efectivos del GEAS será la cuerda guía que atravesaba los 109 metros de orilla a orilla y se desprendió.