El 70% de la ciudadanía ve eficaz la labor que hace la Agencia Tributaria
Achacan el fraude a la falta de conciencia fiscal y a la impunidad de los defraudadores
Es posible que la Agencia Tributaria no haya ganado su batalla contra el fraude fiscal, pero cada vez está más cerca de vencer otra igualmente importante: la de su imagen social. Cada vez son más los ciudadanos que valoran el trabajo de la Administración tributaria y que consideran que lo desarrollan con una notable eficacia, al menos a juzgar por los resultados que año tras año el Instituto de Estudios Fiscales recopila en su barómetro sobre las opiniones de los españoles sobre cuestiones fiscales.
Según su última edición, correspondiente al ejercicio de 2022 y publicada hace unos días, el porcentaje de ciudadanos que atribuyen el fraude fiscal a la falta de eficacia de la Agencia Tributaria en su labor de persecución del fraude fiscal ni siquiera llega al 30%.
A la hora de identificar los motivos por los que los españoles creen que el fraude fiscal persiste en España se apunta de manera prioritaria a la percepción generalizada de que los defraudadores disfrutan de impunidad por las irregularidades fiscales cometidas (algo que cree el 46% de los encuestados) y en segunda instancia a otra percepción que ha arraigado en el ánimo de los ciudadanos: la falta de honradez y de conciencia fiscal de los ciudadanos, algo a lo que apunta el 41% de los encuestados.
Los que opinan que la lucha contra el fraude no es eficaz son más o menos el mismo porcentaje que los que entienden que si hay fraude fiscal es porque España tiene los impuestos muy altos (25%).
Uno de cada cinco sostienen, por su parte, que el fraude se da porque hay gente a la que no le queda más remedio que trampear y regatear sus obligaciones fiscales para salir adelante o que los servicios y prestaciones que se reciben desde el sector público no son suficientes como para justificar el pago de los impuestos.
Empresarios, en la diana
Sea por el relato político predominante o por otras cuestiones, el asunto es que los encuestados señalan a los empresarios como el colectivo que más defrauda, además con una diferencia muy relevante respecto al resto. Hasta un 65% les señala.
Por detrás de los empresarios, la ciudadanía señala a los autónomos (28%), a los profesionales liberales (23%), a los rentistas (14%), a los comerciantes (13%), a los asalariados (8%), a los agricultores (4%) y a los desempleados que trabajan en negro (solo un 1% ve ese fenómeno relevante para el fraude fiscal). A los políticos solo los menciona un 8% de la población y, atención, solo un 1% considera que las grandes fortunas defrauda a Hacienda de manera habitual.