Activistas atacan ‘La Gioconda’ por segunda vez en año y medio
En mayo de 2022 lanzaron un tartazo contra el cristal que la protege en el Louvre; ayer tiraron sopa
Militantes ecologistas han tirado sopa de sobre contra ‘La Gioconda’, el legendario retrato de Lisa Gherardini, realizado por Leonardo da Vinci, en el Museo del Louvre, para «denunciar un sistema agrícola enfermo». ‘La Gioconda’ está protegida, desde hace años, por un cristal blindado. Y la sopa ecologista quizá no ha dañado esa obra maestra del arte universal. Queda el ‘gesto’, en el marco de la crisis nacional y europea del campo y las agriculturas del continente.
El colectivo ‘Riposte alimentaire’ (Respuesta alimenticia) ha deseado relanzar sus actividades con aspiraciones subversivas, interviniendo en el primer museo nacional «en defensa de los agricultores, víctima de un modelo nacional y europeo que los explota y destruye». «¿Qué es más importante, el arte o el derecho a una alimentación sana y durable?», se pregunta el colectivo RP, que se dice dispuesto a «continuar nuestra lucha en defensa del campo francés».
«Nuestros agricultores mueren trabajando, se suicidan, mal pagados», afirma un portavoz de RP, agregando: «Uno de cada tres campesinos ni siquiera come a su satisfacción cada día. Sobreviven con ingresos de miseria. Uno agricultor se suicida cada dos o tres días».
La acción aislada de RP se inscribe en el turbulento marco de las acciones de los sindicatos agrícolas, bloqueando y cortando carreteras de manera aleatoria, desde hace días. Los dos primeros sindicatos han anunciado un nuevo intento de «cerrar» París, por carretera, a partir del lunes. ‘La Gioconda’ ya fue agredida en mayo de 2022, con una tarta de crema. Afortunadamente, la obra de Leonardo ya estaba protegida por un cristal blindado.
Una peligrosa costumbre
Se está convirtiendo en una peligrosa costumbre que activistas de todo tipo conviertan las obras de arte en el objetivo de sus demandas. Así, Just Stop Oil, tras los ataques a ‘Los Girasoles’ de Van Gogh en la National Gallery de Londres, al cual le arrojaron sopa de tomate, la emprendieron en el mismo museo contra ‘La Venus del Espejo’, de Velázquez, cuyo cristal de protección fue roto a martillazos por dos jóvenes que fueron detenidos tras los hechos. Tras la restauración de los daños y el cambio del cristal, el cuadro volvió a exhibirse en su sala.
En el caso de España, dos miembros de Futuro Vegetal, de 18 y 21 años, se pegaron a los marcos de las ‘Majas’ de Goya en el Prado e hicieron una pintada en la pared. Fueron detenidos. Como publicó ABC hace unos días, el Prado notificó a la juez los costes intangibles del ataque y el coste reputacional que puede afectar a futuros préstamos, como aparece en un informe al que tuvo acceso el diario. El perito valoró los daños materiales en 3.600 euros. Y la semana pasada, cuatro miembros e Greenpeace desplegaron una lona de más de 60 metros cuadrados en la fachada del Museo Reina Sofía para reclamar el alto el fuego permanente en Gaza.