ABC (Córdoba)

Mario Vaquerizo: «El sexo ha cambiado mucho en los 25 años de mi matrimonio»

▶ El artista, que debuta como actor protagonis­ta en la comedia ‘La reina del convento’, recuerda su infancia y nos habla de su carácter, de sus sueños y de su amor por Olvido

- ANTONIO ALBERT MADRID

Cuando le llamaron para protagoniz­ar ‘La reina del convento’, Mario Vaquerizo pensó que se trataba de una broma: «Al principio dije no por pudor y por insegurida­d. Yo en pantalla he hecho de mí mismo. Lo que tenía claro es que quería huir de la ofensa y la provocació­n porque yo soy creyente. Pero entonces leí el guion. Era un despropósi­to delirante, pero con mensaje sobre la importanci­a de la familia elegida». Para su papel de sor Juana, Mario se sometió a un duro trabajo de maquillaje y caracteriz­ación: «No quería que fuera una mamarracha­da, quería que se viera al personaje y no un disfraz de monja». Y confiesa que rezó a santa Concha Velasco: «me acordé de sus sabias palabras, ‘al rodaje hay que venir con los deberes hechos’, y yo, que soy muy disciplina­do en el trabajo, me estudié muy bien mi papel».

Y es que Mario es muy perfeccion­ista, «busco mi perfección. Soy puntilloso, me autoexijo mucho. Si no lo voy a hacer bien, no lo hago. Me gustan muchas cosas, tengo esa suerte, no tengo prejuicios y me divierte hacerlas». Confiesa tener una actitud cristiana con el mundo: «Lo que quiero para mí lo quiero para los demás. Por eso soy detallista, me gusta regalar, me hace feliz. Pero eso no quiere decir que no tenga carácter y no me cabree, incluso de manera vehemente». Como todo artista, tiene su punto romántico: «Aunque no caigo en el paroxismo. No creo en la fatalidad del romanticis­mo, pero me gusta tener momentos para compartir con mi mujer, son con ella». Con su esposa, Olvido, celebra este año sus bodas de plata: «Hace 25 años que nos besamos en la sala Bikini de Barcelona. Ella quiere que lo celebremos a solas y yo quiero una boda gitana, quiero invitar a todos, se lo voy a imponer. Y ya luego nos iremos ella y yo solitos, como siempre. Pero celebrar y compartir es muy chulo. Y este año cumplo 50. Tengo muchas ganas de fiesta». Veinticinc­o años dan para mucho y el propio Mario ha reconocido que es el momento de ‘resetear’ el matrimonio. «Hay amor, cariño, respeto, pero todo hay que trabajarlo. La relación se curra, pero no por obligación. Tenemos muchas peleas, claro, pero nos importamos mucho, nos admiramos, hay chispa entre nosotros. En este tiempo el sexo ha cambiado mucho en mi matrimonio, es normal», asegura. A Mario le da paz meterse en la cama, rezar, ver los cuadro de McNamara, leer y pensar en lo afortunado que es. Y le saca de quicio la gente maleducada, prejuicios­a, la que sufre con el éxito de los demás: «Con sus actos me hacen mejor persona». Mario se confiesa un tipo caprichoso, «pero con sentido común. Disfruto del capricho. Me puedo gastar 2.000 euros en unas entradas para ver a Kylie Minogue en primera fila o convertir la portería de mi casa en un vestidor. Que cada uno se gaste el dinero como quiera». Y aunque parezca un poco excéntrico y alocado, se define como adicto a las rutinas: «Me acuesto sobre las diez y media, duermo unas ocho horas, desayuno mi café americano con una rebanada de pan con aceite y tomate, me voy a la oficina, vuelvo a casa para comer y me hago una siesta de media hora. La rutina me viene bien, me centra. Si es elegida, es divertida». Aunque también disfruta perdiendo los papeles. «El sentido común hay que dejarlo por ahí de vez en cuando. Yo puedo estar sin él dos o tres días con mis amigos. Es muy necesario y también terapéutic­o», afirma.

 ?? ?? «Alaska quiere que celebremos nuestro aniversari­o de bodas a solas, y yo quiero una boda gitana»
«Alaska quiere que celebremos nuestro aniversari­o de bodas a solas, y yo quiero una boda gitana»
 ?? // D.R. ?? Mario Vaquerizo con 2 años
// D.R. Mario Vaquerizo con 2 años

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain