El Ayuntamiento regulará zonas tensionadas de pisos turísticos
▶ Reunirá al sector con el propósito de aplicar el nuevo decreto de la Junta
El Ayuntamiento inició ayer el proceso de estudio del nuevo decreto que ultima la Junta y que da poderes a los municipios, por primera vez, para actuar en zonas tensionadas de pisos turísticos con el objetivo de limitar la conversión de viviendas normales en este tipo de formatos que son ya mayoritarios en el sector turístico. Un estudio reciente de la consulta Adeitur asegura que Córdoba tiene ya más plazas turísticas en viviendas convertidas en alojamientos que en hoteles u hostales. Son más de 13.000 en toda la provincia que tiene su principal foco.
El alcalde, José María Bellido, ha dado ya instrucciones para comenzar el análisis del texto del proyecto de decreto que se conoció ayer públicamente. Y lo que hay que estudiar, se reconocen fuentes municipales, es poco. Los ayuntamientos podrán realizar normativas locale que serán de cumplimiento obligatorio para las Viviendas de Uso Turístico (VUT, el nuevo nombre de las VFT). El Consistorio tendrá que actuar proporcionadamente al interés general que se propone que defender y la última palabra será siempre de la Junta de Andalucía que tendrá que dar el visto bueno.
El primer paso que se va a dar es una reunión con los operadores de pisos turísticos de la ciudad. El gobierno municipal explica que este tipo de formatos son una realidad y que lo que toca es una convivencia. De hecho, el criterio que se va a seguir es que quien en estos momentos ejerce la actividad de forma legal no debe de tener ningún problema en seguir ejerciéndola cuando la regulación esté en marcha.
La realidad es que el decreto no establece grandes requisitos para que se pueda actuar por parte de un ayuntamiento como el de Córdoba. A expensas de las órdenes de desarrollo, la Consejería de Turismo no establece a partir de cuándo se considera que una zona está tensionada ni cuáles son los márgenes de actuación. Tampoco, si las regulaciones tienen carácter temporal, si son permanentes o están sujetas a estudios técnicos concretos como están las áreas saturadas de ruidos que inciden sobre las licencias de negocios de hostelería.
La Junta usa un lenguaje deliberadamente confuso, se entiende, para que los municipios tengan una cierta mano a la hora de modificar sus regulaciones locales. Afirma que se actuará «por interés general» y que se podrá actuar establecimiento limitaciones «por edificio o sector». Es decir, que se podrá fijar un límite de las viviendas que pasan a ser turísticas hasta bloque a bloque. El término sector implica que se tendrá cierta mano a la hora de fijar los límites de esas zonas. Que no se han de corresponder con barrios sino con zonas elegidas por las autoridades municipales.
El proyecto de decreto satisface una parte de las pretensiones de los alcaldes, como demuestra el escrito presentado por el de Málaga, Francisco de la Torre, a quien no se le ha reconocido la pretensión que demandaba. De la Torre quería una especie de regulación urbanística integral en el que entraran los pisos turísticos y, también, los apartamentos turísticos. Es decir, los negocios que se basan en la conversión de edificios completos. La Junta ha dicho que los municipios podrán regular los pisos turísticos y, a su vez, que no puede tocar los apartamentos. El decreto aborda la progresiva profesionalización del sector de forma que no se pueden operar más de dos VUT. Regula los alojamientos que comparten espacio con viviendas en un solo bloque al exigirles acceso y ascensor separado. Impide viviendas turísticas en casas sin licencia (parcelas) y exige que no haya veto de los vecinos de la comunidad.
El Consistorio trabajará con la premisa de que quien ya opera en el mercado pueda seguir haciéndolo en el futuro