Desarrollan alzhéimer tras una terapia con hormonas de crecimiento de cadáveres
Cinco personas que recibieron tratamiento con hormona del crecimiento humano derivada de pituitarias de cadáveres durante la infancia (tratamiento hoy prohibido) desarrollaron trastornos tempranos y progresivos en la cognición que cumplían con los criterios diagnósticos del alzhéimer. Estos hallazgos del University College de Londres, publicados en ‘Nature Medicine’, sugieren que la enfermedad de Alzheimer
puede tener formas adquiridas médicamente. Sin embargo, no hay evidencia de que pueda transmitirse en otros contextos. Hace una década parecía impensable que el alzhéimer pudiera ser transmisible entre personas. Pero, en 2015 la revista ‘Nature’ publicó la primera evidencia de transmisión de una proteína relacionada con esta patología entre humanos. En 2018, otro estudio confirmaba que algunos viales de una hormona utilizada en tratamientos médicos contenían ‘semillas’ de la proteína amiloide, implicada en el alzhéimer. ¿Significa esto que la enfermedad es contagiosa? Se preguntaban los autores. «No podemos confirmar si los procedimientos médicos o quirúrgicos han causado alzhéimer en las personas o si es posible que algunas personas hayan podido adquirir la patología amiloide de esta manera», reconocía el autor del estudio, John Collinge. Ahora ya tienen la respuesta. Las personas descritas en el nuevo estudio fueron tratadas con una hormona de crecimiento de fallecidos. Fue retirada en 1985 tras saberse que algunos lotes estaban contaminados con proteínas infecciosas que habían causado la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en algunas de ellas.