El Gobierno espera que las pensiones mínimas suban entre un 5,8 y un 6,9%
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, anunció ayer que el Ejecutivo vinculará la subida de pensiones mínimas y no contributivas a un nuevo marco que asegure su poder adquisitivo. Hasta ahora, el ministerio no tenía un referente para su revalorización y, por lo tanto, lo decidía en función de cada año. El nuevo marco supondrá una subida de las pensiones mínimas de entre el 5,8 y el 6,9% en los próximos años, aunque se llegará al 14,1% en algunos supuestos.
Saiz, que compareció en el Congreso de los Diputados para exponer las claves de la nueva legislatura en su ministerio, enfatizó que la pensión mínima se ha incrementado en un 29%, lo que supone casi 4.000 euros más que hace seis años.
Explicó Elma Saiz que el marco para las pensiones establece una senda para estos próximos años que las pensiones mínimas alcancen la convergencia con el 60% de la renta mediana de un hogar con dos adultos en 2027. Las no contributivas llegarán al 75% del umbral de la pobreza de un hogar unipersonal.
La ministra anunció también que para la próxima legislatura, el Gobierno quiere favorecer «la salida gradual y basada en la voluntariedad del mercado de trabajo» y que los trabajadores puedan combinar de forma más sencilla el empleo con la pensión.
Facilidades para trabajar
Saiz se refirió a encuestas que demuestran que «hay trabajadores que quieren seguir trabajando más allá de la edad ordinaria». Pero, eso sí, lo quiere hacer «con unas condiciones que favorezcan su actividad» y por eso es una cuestión que el ministerio ha comenzado a analizar con los interlocutores sociales.
Además del desarrollo de la jubilación parcial, la intención del Ejecutivo es, en el marco del diálogo social, diseñar nuevos procedimientos para el establecimiento de coeficientes reductores de la edad jubilación. Es decir, para adelantar la edad de retiro en ciertos casos, Saiz explicó que su plan pasa por contar con indicadores objetivos para justificar los coeficientes, en los que se tendrán en cuenta factores como la incidencia, la persistencia y la duración de los procesos de baja laboral, así como las incapacidades permanentes o fallecimientos que se puedan causar.