Premio Fronteras por cuantificar la sexta extinción de especies
Los ecólogos mexicanos Gerardo Ceballos y Rodolfo Dirzo ganaron ayer el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ecología y Biología de la Conservación por su trabajo para cuantificar la magnitud de la llamada Sexta Gran Extinción, es decir, la pérdida masiva de especies provocada por la actividad del ser humano.
Los trabajos de los dos investigadores están «en la vanguardia de las ciencias de la ecología y la conservación», en palabras del jurado, cuyo trabajo conjunto en Latinoamérica y África «ha demostrado que las tasas actuales de extinción para muchos organismos son mucho más altas que las producidas a lo largo de los dos millones de años precedentes».
En concreto, Ceballos concluyó –en una investigación publicada en 2015– que las tasas de extinción de vertebrados hoy en día son entre 100 y 1.000 veces más altas que las que han prevalecido en los últimos millones de años. «Esto quiere decir que las especies de vertebrados que se extinguieron en el último siglo deberían haberse extinguido en 10.000 años. Esa es la magnitud de la extinción», explicó.
Mientras Ceballos ha dirigido su investigación hacia el estudio de la fauna y la magnitud de la extinción, Dirzo se ha centrado en el estudio de las interacciones ecológicas entre plantas y animales, así como las consecuencias de esa extinción.
Los dos ecólogos galardonados son referentes en el estudio de la llamada defaunación, un término acuñado por Dirzo para describir las alteraciones causantes de la desaparición de animales en la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas. Sus trabajos –destaca el acta del premio–, han revelado los destructivos «efectos en cadena» que puede generar la eliminación de una especie, al perturbar la red de interacciones que mantiene con otros organismos, así como sus impactos sobre la población humana, debido a la pérdida de los bienes y servicios que proporcionan.
Para Ceballos la crisis de la biodiversidad es de magnitud similar a la del cambio climático. La extinción de especies es el punto final de este proceso, pero la extinción de poblaciones es igualmente preocupante porque son las que proveen los servicios ambientales a nivel local y regional.