Las lagunas del Sur resisten a pesar de la continuada sequía
Zóñar pierde 6 metros de profundidad y Amarga, Tíscar o Dulce aguantan la escasez
Cada dos de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales. Y la zona sur de la provincia de Córdoba cuenta con seis espacios que componen las reservas naturales de las lagunas del sur. Son Zóñar, Rincón, Jarales, Conde, Amarga y Tiscar. Están repartidas por los términos municipales de Aguilar, Montilla, Puente Genil, Moriles, Lucena, Luque y Baena. A ellas hay que sumar los parajes naturales conformados por los pantanos de Cordobilla y Malpasillo.
La continuada sequía ha hecho que en el sur de la provincia se hayan bajado de los habituales 500 litros por metro cuadrado de agua procedente de la lluvia a apenas 388 de media. Por este motivo se han visto afectados los niveles de las lagunas de agua permanente. Así Zóñar, que está en Aguilar y es la más profunda de toda Andalucía, ha pasado de 16 a 10 metros. Y también están muy por debajo de lo habitual Amarga en Lucena con 2 metros de profundidad, Tíscar en Puente Genil con 1,5 y Dulce en Lucena con tan sólo 1 metro.
Pero la más afectada por la escasez de lluvias es, sin duda, la aguilarense laguna del Rincón que pese a estar en contacto con el acuífero del subsuelo como también lo está Zóñar se ha secado totalmente. Algo que no ocurría desde 1995.
Respecto a los pantanos sí que cuentan con agua gracias a los desembalses en Iznájar y, por este motivo, se convierten en reservorios de la biodiversidad ante todo para las aves. No obstante Cordobilla arrastra desde hace años una pérdida de capacidad para almacenar agua por culpa de la colmatación que hace que se acumule tierra y barro en su fondo. A pesar de ello sus sotos de vegetación sirven de cobijo y lugar de reproducción para especies con distinto grado de amenaza como los martinetes o las garzas reales.
Desde la Consejería de Medioambiente apuntan que la falta de agua en algunas lagunas provocada por la sequía suele ocasionar que la orla de vegetación de las orillas deja de estar en contacto con el agua por lo que, mientras esta vegetación vuelve a colonizar el espacio liberado por el agua, las aves quedan sin zona de refugio.
Y es que sólo dos lagunas cuentan con acuífero que les facilita la permanencia del agua. Son Zoñar en Aguilar y Amarga en Lucena. Por su parte a Tíscar en Puente Genil la sequía le está provocando que sus aguas estacionales inunden cada vez menos meses al año.
Respecto a la población de aves el día 1 de febrero se finalizó el censo de las que han invernado en la provincia. Así en Zóñar o Tíscar se ha observado una gran variedad. Ánade azulón, flamenco común, cigüeña blanca o garza real, entre otras. Las dimensiones de la laguna aguilarense hacen que se vean otras especies como pato colorado, focha común, gaviota reidora y sombría o aguiluchos laguneros. El paraje de Cordobilla llama también la atención por el alto número de especies censadas.
La dinamización del centro de visitantes de todos los espacios que se encuentra en Zóñar ha experimentado un notable incremento de las visitas desde que terminó la pandemia. Se ha pasado de los 2.739 de 2021 a casi los 5.000 actuales. Aún lejos de los 14.000 que se llegaron a tener antes del coronavirus.
En cuanto a proyectos de futuro apuntan desde la Junta de Andalucía que hay un previsto un programa de restauración y mejora de la biodiversidad para Zóñar, Tíscar y Jarales que ronda los 200.000 euros. Están en fase de licitación. Y en los fondos del plan de recuperación y resiliencia hay prevista invertir 1,3 millones en Zóñar, Dulce o Santiago.
No se puede pasar por alto que en los últimos años se ha ampliado el inventario de lagunas incluyendo otras que hasta ahora no se contemplaban como espacios húmedos. En concreto son las lagunas de Gamonosa, Consuegra, San Cristóbal y Jarata.
Para velar por la adecuada conservación de todos estos humedales cordobeses, que se declararon espacios naturales protegidos en 1984, está el Patronato de las Zonas Húmedas del Sur de Córdoba en el que se implican entidades, agentes sociales o centros de investigación de la provincia. En la actualidad está presidido por José Alfonso Gómez que es investigador del Instituto de Agricultura Sostenible.
En los últimos años se ha ampliado el inventario de lagunas incluyendo otras que hasta ahora no se contemplaban