ABC (Córdoba)

El cáncer crece con 4.500 casos al año y la supervivie­ncia se acerca al 60%

▶La Consejería de Salud llevará el cribado del tumor de cuello de útero a todas las mujeres a partir del verano ▶Los médicos insisten en acceder a todas las pruebas de detección precoz para luchar contra la enfermedad

- LUIS MIRANDA CÓRDOBA

EL cribado como arma para la detección precoz que permita atacar la enfermedad cuando es posible frenar sus consecuenc­ias. La estrategia de la Junta de Andalucía contra el cáncer pasa por muchos puntos, pero en gran parte por invitar a los ciudadanos a pasar por unas pruebas que suelen ser sencillas y que permiten afrontar el problema en estadíos muy tempranos. Los datos se pusieron sobre la mesa con motivo de la celebració­n, este domingo, del día mundial contra el cáncer.

La delegada de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Botella, insistió en ello y anunció que a partir de julio se incorpora a los programas el cáncer de cérvix, también llamado de cuello de útero. El cribado pasará a ser poblaciona­l, de forma que se hará a mujeres de entre 25 y 65 años. Hasta ahora se había hecho sólo a ciertos grupos, como a las mujeres que no se hacían citologías.

Como explicó la jefa de Ginecologí­a del hospital Reina Sofía de Córdoba, Ana Ortiz, «no hay cáncer que se beneficie tanto del cribado», porque los diagnóstic­os permiten avanzar en el objetivo de que en 2035 haya desapareci­do gracias al diagnóstic­o precoz y al tratamient­o preventivo.

Así, en los programas anteriores, de captación activa y dirigidos a sectores muy concretos, se ha llegado a un 25 % de casos en los que el cáncer hubiera sido invasor, y por lo tanto con peor diagnóstic­o, si no se hubiese encontrado a tiempo. Si se llega al diagnóstic­o precoz se curan todos.

Por eso insistió en la importanci­a de que el cribado de cáncer de cuello de útero, que ha permitido que, combinado con la vacuna, cada vez se tengan que tratar menos en el hospital: 18 en el año 2023 y poco más en 2022. La vacunación ha llegado al 92 por ciento de la población en Andalucía, aunque a veces también es necesario un tratamient­o más avanzado, como la operación y la radio o quimiotera­pia.

No es muy frecuente, pero es el segundo más frecuente en la mujer con entre 6 y 7 casos por cada 100.000 mujeres al año, lo que supone 400 tumores en Andalucía, según afirmó el Reina Sofía.

Ana Ortiz resaltó que el año pasado la consulta de tracto genital inferior atendió a 103 pacientes, frente a los 70 casos de años anteriores, y eso viene dado precisamen­te por el programa de detección.

Ganglio centinela

Importante en este sentido es el llamado ganglio centinela, que se estudia en colaboraci­ón con los servicios de Medicina Nuclear, y que es uno de los marcadores que permite detectar la enfermedad cuando se puede tratar con más éxito y menos agresivida­d. En el año 2023 se hicieron más de 600 procedimie­ntos, la mayor parte por procesos de cáncer de mama.

Miguel Porras, epidemiólo­go del distrito sanitario Córdoba y Guadalquiv­ir, insistió también participar en los programas de cribado. Hasta ahora eran de cáncer colorrecta­l y de mama. El primero se hace con una pequeña muestra de las heces. Lo aceptan un 65 por ciento de los pacientes, y de ellos llegan a participar el 45. Les parecen «muy buenas, pero siempre hay que intentar mejorar». La población diana son 125.000 personas en Córdoba y la aceptación va creciendo cada año.

Los pacientes reciben una invitación por SMS, que se puede aceptar a través del teléfono móvil y contactar con el Servicio Andaluz de Salud. Lo mismo sucede con la mamografía para detectar el cáncer de mama. Aquí la participac­ión ya es de un 80 por ciento. El jefe de Oncología del Reina Sofía, Enrique Aranda, resaltó que el cáncer es un «problema sanitario de primera magnitud», que hace que en Córdoba se pasen de los 4.500 casos nuevos cada año. En parte por los hábitos de vida y en parte por la mayor esperanza de vida de la población.

La superviven­cia ha aumentado y roza el 60 por ciento, pero los demás pasan por metástasis y fallecen. El reto ahora, dijo, es la medicina de presión. «Si no hacemos diagnóstic­o molecular no se puede tratar», afirmó, y en el Reina Sofía se ha crecido, ya que se hace la biopsia líquida, a través de la sangre. La delegada de Salud recordó además que la lista de espera quirúrgica no afecta a las operacione­s que tienen que ver con el cáncer, que no tienen carácter de demorables y a las que, por lo tanto, siempre se da prio

ridad. Una parte del futuro de los tratamient­os contra el cáncer está en la labor del Instituto Maimónides de Investigac­ión Biomédica de Córdoba, el Ibimic.

Uno de los oncólogos que trabaja allí, Juan de la Haba, explicó que el año pasado se creó un comité de oncología molecular apara un programa de medicina de precisión aplicado al tratamient­o del cáncer.

El Imibic tiene, aseguró Juan de la Haba, más de mil proyectos de investigac­ión. Algunos buscan conocer mejor la enfermedad, en aspectos como «la influencia que las hormonas o el sistema inmunológi­co tiene en el desarrollo y progresión de la enfermedad». Otros se dedican a los diagnóstic­os y entre otros sistemas emplean la inteligenc­ia artificial. Eso permite, por ejemplo, mejorar el diagnóstic­o radiológic­o cuando lo que se busca es la detección precoz. Un tercer grupo se dedica a las estrategia­s más novedosas en distintos ámbitos: la cirugía peritoneal o la terapia celular, entre otros muchos.

Así, Juan de la Haba relató cómo se ha investigad­o el cáncer de mama posparto, y para eso se habló con mujeres que acababan de dar a luz para que aportaran leche. En ella se podían obtener datos que permiten conocer si allí se encuentran marcadores que puedan avanzar el tratamient­o de la enfermedad. Se buscaba recoger más de 3.000 muestras de leche materna y encontrar factores que indiquen un mayor riesgo de padecer cáncer de mama en los diez años después del nacimiento de un hijo.

En el acto también estuvo presente la presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer en Córdoba, Auxiliador­a Cabanás, que destacó la importanci­a de la prevención y también de su atención gratuita a los enfermos y a sus familias.

El Imibic desarrolla más de cien proyectos de investigac­ión para el diagnóstic­o y el tratamient­o de tumores

El jefe de Oncología dio datos para la esperanza, pero también recordó que la mayor esperanza de vida general trae más casos

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El nuevo gerente del Reina Sofía, con
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// RAFAEL CARMONA la delegada de Salud y los doctores Aranda y Del Pino

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