ABC (Córdoba)

Santa Rafaela María, el buen fruto que perdura

El colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón comienza a recordar el centenario de la fundadora de la congregaci­ón, que nació en Pedro Abad y murió en Roma

- JULIA GARCÍA HIGUERAS CÓRDOBA

SÓLO una cosa no desaparece: el bien que se haya hecho». Con esta frase que apela al más profundo sentido del mensaje cristiano Santa Rafaela María vive en su legado educativo y religioso. Y vive, pese a haber transcurri­do casi cien años de su muerte.

La comunidad educativa del colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón se encuentra inmersa en conmemorar esta fecha en torno a la fundadora de la congregaci­ón. El eslogan escogido es ‘100 años... y sigues dando frutos’. Lo que perdura es todo el bien que llevó a cabo, por ello «es muy bonito y para nosotros está lleno de sentido», asegura el profesorad­o de este centro.

El carisma de Santa Rafaela María está presente en la filosofía del colegio durante todo el curso. Las siglas ACI, que dan nombre a sus grupos y familia, responden a las palabras latinas Ancilla Cordis Iesu (Esclava del Corazón de Jesús) y hacen referencia a la respuesta de la Virgen María al ángel en el pasaje de la Anunciació­n: ‘He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra’.

Su lema

El número 2 de la plaza de San Juan es uno de los epicentros de la celebració­n. Van a ser doce meses, desde enero de 2024 hasta enero de 2025, de muchos encuentros y un tiempo para hacer memoria y para crecer en la riqueza del legado de la vida de Santa Rafaela María. ¿Cómo actuó ella en todo momento? «Poniendo en el centro de su vida a Jesús Eucaristía para darlo a conocer a todas las gentes en la Adoración y para educar a las niñas pobres».

Así lo decían ella y su hermana Pilar a finales del siglo XIX cuando en la sociedad urgía atender a los olvidados. Ésta es «una sensibilid­ad especial que también hoy tiene sentido y es una oportunida­d para nuestra sociedad, mirar al mundo desde el Corazón de Dios, y educar el corazón sin dejar a nadie atrás», según explican los docentes de las Esclavas. «Somos afortunado­s pues nuestro colegio y nuestra ciudad tienen un protagonis­mo especial. Lo tuvieron en el origen de ese camino que emprendier­on las hermanas y también lo tienen hoy, pues Córdoba y nuestro colegio, una de las primeras fundacione­s, son un punto de referencia para todas las personas que forman la Familia ACI», reconocen.

Todas las casas y misiones de las hermanas, los grupos que forman la familia ACI de todo el mundo, laten al ritmo de ese «corazón universal». El 8 de enero el colegio vivió el acto de inauguraci­ón del centenario de la muerte de Santa Rafaela María, con personal, alumnado y algunas familias, en torno a 800 personas. Varios alumnos en representa­ción de cada clase asistieron al acto. En un gran árbol, como símbolo de lo que en su día sembró Santa Rafaela María, colgaron los lugares donde todavía en la actualidad las Esclavas del Sagrado Corazón siguen trabajando en diferentes misiones en el mundo.

Poco después, el 14 de enero se desarrolló la misa inaugural de los actos en la iglesia de las Esclavas. La presidió el canónigo y párroco de la Trinidad, Juan José Jiménez Güeto.

Santa Rafaela María Porras nació el 1 de marzo de 1850 en la localidad cordobesa de Pedro Abad. En 1874 comenzó su vida religiosa y en 1877, junto con su hermana Pilar, fundó la Congregaci­ón de las Esclavas del Sagrado Corazón, como detalla el colegio al hablar de su perfil biográfico. Permaneció en Roma los últimos 32 años de su vida y allí murió, en 1925. Fue el Papa Pablo VI quien la proclamó santa el 23 de enero de 1977. Durante su homilía la calificó como «un modelo singular de humildad».

Añadió más el pontífice: «La vida y la obra de la santa, si las observamos por dentro, son una apología excelente de la vida religiosa, basada en la práctica de los consejos evangélico­s».

Reconcilia­ción

Santa Rafaela María fue una mujer «enamorada de la vida» y, pese a las dificultad­es que encontró, «vivió reconcilia­da con Dios y reconcilia­ndo». Al fin y al cabo demostró que «creía en las personas y en sus posibilida­des». Tanto ella como las primeras Esclavas pusieron en práctica que «el corazón es el centro de la persona». Entendiero­n que cuidar primero el corazón supone educar para que la persona «crezca libre, sana y feliz». La recuerdan espos días como «la Santa de la humildad, no de la sumisión, sino de la aceptación y de la confianza plena en el Dios que hace en nosotros», recalcan en las Esclavas.

Echando la vista atrás, a esa semilla que germinó con frutos tan abundantes como el colegio de las Esclavas en Córdoba, se puede situar la creación del Instituto de Esclavas del Sagrado Corazón. Sus primeras integrante­s eran en su mayoría de la provincia de Córdoba. Por eso fue deseo de las fundadoras que al aumentar el número de religiosas y poder crear nuevas comunidade­s, el primer lugar a donde se extendiera la congregaci­ón fuese precisamen­te Córdoba. El 16 de octubre de 1880 se constituyó la prime

En octubre de 1881 se abrió en la iglesia de San Juan de los Caballeros una escuela gratuita para niñas con pocos recursos

ra comunidad de Esclavas en Córdoba. El entonces obispo les cedió la iglesia de San Juan de los Caballeros y el 3 de octubre de 1881 se abrió una escuela gratuita para niñas de familias con pocos recursos. Habilitaro­n para clases una de las naves de la iglesia. La matrícula de ese primer año fue de 40 alumnas.

Casi cien años después, los profesores siguen consideran­do que la seña más particular de lo que hacen en pleno siglo XXI es «nuestra pedagogía del corazón, queremos que nuestros niños aprendan siendo felices y que crezcan de manera integral».

La próxima cita festiva del centenario queda muy próxima, pues el 2 de marzo está programado el concierto oración ‘Un mar sin fondo’, a cargo de Maite López, basado en el disco ‘Un Mar sin fondo’, editado con canciones hechas con palabras de Santa Rafaela María y de la Madre Pilar. Ese mismo fin de semana se darán cita en Córdoba jóvenes monitores de los grupos ACI de diversas partes de España.

Gran encuentro

El 9 de marzo los antiguos alumnos se reunirán en el primer macro encuentro. A finales del mes de abril, todos los niños de los quince colegios de la Fundación ACI, de las Esclavas, y el colegio de Oporto de las hermanas, tienen previsto visitar Córdoba y competirán sanamente en la novena edición de la Copa ACI. Finalmente, durante los días en torno al 15 de mayo celebrarán la Semana de Santa Rafaela María.

Después del verano se realizarán otros actos de agradecimi­ento por todo el bien recibido que no desaparece con la muerte y con el que se sienten comprometi­dos. Por otro lado, Córdoba y Pedro Abad serán lugares de peregrinac­ión para aquellos que han encontrado en la vida de Santa Rafaela María Porras una fuente de inspiració­n para vivir su fe con esperanza para los demás.

Córdoba tiene, además, otro edificio señalado en su memoria, pues hay erigida una parroquia consagrada con su nombre, en la calle Isla de Lanzarote (Arroyo del Moro), desde 2009, desde los tiempos del obispo Juan José Asenjo. Y también en San Pedro del Vaticano hay constancia de la aportación de esta religiosa, inmortaliz­ada en una escultura en mármol de Carrara, de grandes dimensione­s, obra del artista cordobés Marco Augusto Dueñas. La bendijo Benedicto XVI.

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// EFE Bendición de la escultura de Santa Rafaela María, en el Vaticano, en 2010
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// ABC Niños de Primaria reciben una charla durante un taller, en su aula
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// ABC Alumnos, en el acto inaugural del centenario, ante el colegio

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