La III Brigada de Asalto se prepara para volver al frente: «Lucharemos como espartanos»
Tras un año de combate contra los rusos en el sector de Bajmut, estos soldados ucranianos se toman un respiro
No saben cuándo recibirán la orden de volver a la lucha. Pero aseguran estar más que preparados y pronostican un 2024 cargado de «buenas peleas». Su compañía, ‘Hydra’, forma parte de la III Brigada de Asalto y no ha parado de crecer. Muchos voluntarios piden unirse a este equipo tras ver su desempeño en el campo de batalla. Ahora, mientras toman un respiro de la artillería rusa, las trincheras y las misiones de asalto, enseñan a los nuevos cómo manejarse en un conflicto brutal.
El merecido descanso fue anunciado a finales de año pasado. La brigada se replegó del frente para recuperarse y abastecerse de nuevos hombres. Uno de sus principales lemas es la «excelencia» y aspiran a dominar todas las competencias militares. Ya son soldados de élite y trabajan para mantenerse como una de las agrupaciones más efectivas de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Lejos de la vanguardia, el conflicto se ha instalado en la mente de estos hombres. «Hay que hacer entrenamiento físico, desarrollar nuevas tácticas, realizar prácticas de tiro… Debemos estar concentrados y preparados para cualquier cosa que pueda suceder en el frente», explica Yehor. Este joven de 27 años antes era soldador. Cuando comenzó la invasión a gran escala se enroló como voluntario. Participó en la liberación de Andrivka (Donetsk), en septiembre del 2023. Este asentamiento es clave para configurar el cerco a Bajmut.
Guerreros por vocación
La III Brigada de Asalto se distingue porque casi todos sus integrantes se unieron por decisión propia: «Somos guerreros por vocación y la guerra es nuestro elemento natural», destacan en su sitio web. «Yo diría que casi el 99% de los que estamos aquí somos voluntarios. La moral no es un problema para nosotros», apunta Mantis –distintivo de guerra–, un diseñador de Odesa.
El 24 de febrero de 2022 los veteranos de Azov formaron la III Brigada de Asalto. Después de luchar en la región de Kiev, estos militares estuvieron desplegados en la zona de Zaporiya, al sur del país, y también participaron en la liberación de Jersón. A principios de 2023, la brigada pasó a formar parte de las Fuerzas Terrestres de las Fuerzas Armadas de Ucrania como brigada separada de asalto. Pasaron casi doce meses luchando en el intenso frente de Bajmut. Los principios de la «cosmovisión» de estas unidades son el «centrismo ucraniano, el tradicionalismo, la jerarquía y la responsabilidad», explican en su web. Para integrarse hay un proceso de selección con pruebas físicas y entrevistas personales. «Solo entran en nuestras filas luchadores altamente motivados y de espíritu fuerte, listos para la mejora constante y las duras batallas con el enemigo en primera línea», apuntan desde la unidad.
La movilización y el descanso
Los grandes carteles de la III Brigada llamando a ucranianos a alistarse se reparten por las avenidas de las principales ciudades. Hay una campaña de reclutamiento a gran escala. El programa de formación consta de varias fases. Los futuros soldados pueden comenzar desde cero. Durante la primera semana se evalúa la forma física y se aprenden conocimientos básicos. Después, aquellos reclutas que deciden quedarse reciben entrenamiento táctico, nociones de medicina, topografía militar, orientación y nociones sobre minas y explosivos.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el general Valeri Zaluznhy, dice que el Ejército necesita entre 450.000 y 500.000 reclutas adicionales. Una cifra con la que discrepa el liderazgo político del Estado. El debate sobre la nueva gran movilización planea sobre la sociedad. Las autoridades ucranianas deben calibrar cómo afrontar todos los retos que ha planteado la guerra de Rusia. La guerra necesita más defensores, pero también hay puestos trabajo que deben ser cubiertos. No se puede descuidar el frente económico.
A punto de cumplirse el segundo aniversario de la invasión, un proyecto de ley revisado sobre la movilización se presentó en la Rada –Parlamento ucraniano–, en la primera jornada de febrero. A falta de su aprobación final, los principales cambios que establece son, entre otros, el reclutamiento a partir de los 25 años (hasta ahora se estipulaba en 27), la desmovilización tras 36 meses de servicio y la formación militar obligatoria para los hombres entre 18 y 25 años. Todavía falta por aclarar la norma de las rotaciones. Yehor, por ejemplo, estuvo un año y medio sin rotación.
El comandante en jefe Zaluznhy ha reconocido que Rusia tiene ventaja en la movilización de recursos y persona. Y el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, alertó esta semana a los aliados de UE sobre la escasez crítica de munición que enfrentan sus tropas. Actualmente solo están pudieron disparar unos 2.000 proyectiles al día en una línea de frente que abarca más de 1.200 quilómetros. Según las estimaciones de Umerov, Kiev necesita 200.000 proyectiles de 155 milímetros al mes.
«No imaginas la cantidad de munición que emplean los rusos en el frente. Aunque nuestros aliados piensen que envían suficientes proyectiles, nunca son suficientes», destaca Yehor. Además, los invasores «están usando más drones y eso complica muchas misiones», afirma Mantis. Daemus –otro voluntario– advierte que «hasta un mono con una granada es un enemigo difícil», pero mantiene el humor y pronostica «buenas peleas» para este 2024. Los tres coinciden que solo existe una opción: expulsar a los rusos de Ucrania. Ellos continuarán la lucha «como los espartanos», pase lo que pase.