Los costes laborales y la crisis del mar Rojo ponen en jaque al sector exterior
▶Las empresas denuncian una pérdida de competitividad de los productos españoles y avisan de que van a necesitar aumentar precios finales ▶Los exportadores temen también que se enquisten las protestas del campo
El tirón récord que venía experimentando hasta 2022 el sector exterior está en riesgo. El aumento de los costes laborales y la crisis del mar Rojo ponen en jaque el comercio de España con el resto del mundo, pero a la tormenta perfecta hay que añadirle otras dos amenazas más: las protestas que han estallado recientemente en el campo y que se extienden por Europa, y la debilidad del crecimiento económico en el Viejo Continente, que es el principal destino de nuestras exportaciones.
«Las exportaciones españolas se han estancado y para 2024 prevemos una situación similar e incluso peor», señala Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles. Destaca que ya se está percibiendo en los datos que las grandes cifras de 2022 no se van a poder volver a repetir. Según el último informe de la Secretaría de Estado de Comercio, hasta noviembre de 2023, «las exportaciones españolas de bienes se redujeron un 0,7% interanual en el periodo (enero-noviembre), alcanzando los 354.740,7 millones de euros». El descenso en el acumulado anual se ve maquillado por el tirón de los primeros meses del ejercicio; fue a partir de verano cuando el vigor se esfumó.
La diferencia de un año para otro suma ya 37.000 millones de euros menos en 2023 que en 2022; esta caída equivale a como si España hubiera perdido, literalmente, un mes completo de actividad exterior. Y se espera que las cifras vayan a peor.
Dentro de la tormenta que vive el sector, los exportadores se quejan especialmente del aumento de los costes laborales. Por una parte están las subidas continuas del salario mínimo interprofesional, que afectan mucho a sectores como el agroalimentario o el de las manufacturas y les hacen perder competitividad, según Bonet; las exportaciones agroalimentarias españolas superaron en 2023 los 61.000 millones de euros, y las de textil, confección y otras manufacturas 30.000 millones de euros. «Una parte significativa de nuestra exportación de productos alimenticios y algunos manufacturados están en peligro de quedar fuera de mercado por el crecimiento de los costes laborales», señala el dirigente de la organización de exportadores, para añadir: «Mientras que los empresarios que operan en el mercado español sufren de la misma forma los efectos de estas subidas, los exportadores deben competir con los productos de empresarios de otros países, que evidentemente no han sufrido estos incrementos de costes, por lo que su situación relativa se deteriora».
Este también destaca las trabas a la competitividad que supondría la reducción de jornada laboral que quiere Yolanda Díaz. «Si antes por hora trabajada producías X, ahora sería menos, y con el mismo coste», detalla, lo que, según dice, tiene la consecuencia de que habrá que subir precios para poder cubrir costes.
«Problema sin solución»
La crisis del mar Rojo por los ataques de los hutíes a los buques mercantes es otro de los condicionantes. Las navieras ya no quieren atravesar aquella zona y se ven obligadas a utilizar la ruta bordeando el cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica para llegar a Europa. «El problema no tiene visos de solución a corto plazo y puede haber una escalada; eso lleva más costes de fletes y seguros y encarecerá el precio del producto final y producto intermedio. Además, generará retrasos en la cadena de suministro», denuncia Bonet. Como publicó ABC, los gastos de transporte se están multiplicando ya por 4,5 veces.
Los exportadores, según fuentes empresariales, tienen muy presente las disrupciones que hubo tras la apertura con el Covid, cuando se dispararon los costes del transporte, la oferta no casaba con la demanda... Es una situación que quieren evitar a toda costa.
Así las cosas, fuentes empresariales destacan que las empresas están ya haciendo números del incremento
de coste que les está suponiendo todo este conflicto, que se arrastra desde hace alrededor de un trimestre. Hacer un balance de lo que está suponiendo el alza de los gastos del transporte en sus cuentas, de cara también a poder planificar los siguientes trimestres que vienen.
Debilidad europea
Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y director de Economía de la CEOE, destaca también el frenazo en las exportaciones. Ya no tiran como antes, algo que preocupa en las casas de análisis ya que tradicionalmente España se ha apoyado en su sector exterior para salir de las crisis y pasar las desaceleraciones económicas.
Sin embargo, Izquierdo pone en el acento en otro elemento más allá de los costes laborales y la crisis del mar Rojo: la debilidad de la economía europea. La zona euro, que es concretamente el primer socio de España a nivel comercial, está estancada desde hace varios trimestres; en el conjunto de 2023 se estima que solo ha crecido un 0,5%, por culpa especialmente del motor gripado alemán.
El director de Economía de CEOE señala que ese es un factor fundamental en el frenazo de nuestras exportaciones, en un momento de debilidad de la demanda interna a nivel global. Y añade también «las amenazas del proteccionismo, las dificultades para poder operar en mercados terceros de la UE», como un riesgo creciente.
Más allá de ello, Bonet, del Club de Exportadores, también destaca las recientes protestas iniciadas en el campo como un foco de riesgo. «Tiene impacto en el sector exterior, pero no sabemos cuánto va a durar. No es lo mismo dos semanas que dos meses», afirma. El temor, en este caso, es que la situación se enquiste, con problemas en el transporte por carretera por los cortes de tráfico.