«Afronto la temporada más importante de mi trayectoria. Mi motivación es máxima»
Arranca la campaña el Día de Andalucía con cuatro compromisos ya fijados en un año en el que debe despuntar
El año de los sueños cumplidos. Tiene toda la pinta de que el novillero cordobés Manuel Román va a seguir cumpliendo anhelos desde que se pusiera por primera vez delante de una becerra en la comunión de un conocido. Con su mayoría de edad asumida y una campaña, la pasada, donde fue curtiendo el deseo de los cordobeses de erigirse como exponente en el ranking de novilleros, el joven hace un hueco en su nutrida preparación para atender a ABC. Sin casi huecos de agenda, por su ajetreo y presencia en el campo, donde casi todos los días acude, explica el proyecto de una temporada precedida por la estabilidad emocional, el respaldo social, su firme propósito de llegar a la cima y la solidez que marca contar con gente cercana de confianza que dirige su carrera.
—¿Hasta que punto le presiona la expectación que sigue generando en la afición?
—Siéndole sincero, en ocasiones me causa cierta angustia. Pero porque veo que hay mucha gente que ha empezado a creer y otros que ya creen en mí, que quieren que las cosas salgan bien. Eso me presiona en el buen sentido, porque me hace estar, si cabe, más encima de todo.
—¿No cree que es mucha responsabilidad para alguien de su edad?
—Es cierto que eso me carga de responsabilidad, me genera cierto nerviosismo. Pero me tengo demostrado que esos nervios y ese cierto estrés hacen a su vez que me sienta más confiado para hacer las cosas mejor. La situación me viene bien, me compromete más. Muchas veces he dicho y otras he hablado con gente del toro que, cuando más miedo he tenido en alguna circunstancia o cuando más miedo he pasado, luego ha sido cuando mejor me han salido las cosas.
—¿Está preparado para lo contrario?
—Hay que ser consciente de todo. Aunque a día de hoy, no lo pienso. No quisiera que ocurriera lo contrario de lo que tengo en mi cabeza. Mi objetivo es ser figura del toreo. Esa es mi principal motivación.
—¿Le abruma que los aficionados le quieran comparar con otros toreros
o hablen de épocas pasadas?
—Yo soy novillero, en el toreo siempre se ha hablado de las grandes figuras, que son las verdaderamente importantes. Hasta que yo no consiga eso, hasta que no sea una figura, no me puedo ni debo creer nada, porque no lo soy.
—Arranca la campaña con tres carteles ya presentados (Andújar, el 28 de febrero, Olivenza, el 3 de marzo y La Línea de la Concepción, el 23 de ese mismo mes), el mano a mano en la feria de Córdoba y algunos más por cerrar.
—Sí, de hecho se está barajando la opción de torear también en la provincia de Córdoba y otro cartel fuera de Andalucía, pero queda por cerrar. Estoy muy satisfecho del inicio de la temporada.
—Le pregunto también por Sevilla, por la Real Maestranza.
—No cabe duda que ese es un lugar soñado. Hacer solo el paseíllo allí ya es un sueño. Es una plaza en la que toreé el año pasado y a la que tengo muchas ganas de volver. De momento, no ha habido conversaciones. Pero está claro que me gustaría estar en esa plaza.
—El año pasado cambió de apoderado. ¿Cómo ha influido en su rumbo y aspiraciones?
—Lo que ocurrió en el pasado, en ese lugar queda. Se dieron unas circunstancias, yo no me encontraba cómodo y ya está. No hay que darle más vueltas. A día de hoy, con Carlos Zúñiga me encuentro muy satisfecho. Tengo plena confianza en él. Esta semana también he estado tentando en su casa... Es muy importante contar con alguien que te conceda esa confianza, que se abra a ti. Le agradezco mucho todo lo que hace por mí. También a mi núcleo cercano, a todo mi entorno.
El papel de la cuadrilla —¿Cuán de importante es para el estado anímico contar con una cuadrilla como la suya, renovada?
—Es fundamental. Porque ellos son mi familia dentro de la plaza. Son los que voy a tener cerca; además, el hecho de que hayan antepuesto respetarme, sabiendo que pueden ganar más dinero incluso en otros festejos que no sean novilladas, para mí es un gesto muy importante que tengo muy presente y que agradezco.
—Lleva sin vestirse de luces desde octubre, cuando toreó en Huerta del
Rey (Burgos), ¿se le hace largo?
—Mucho. Diría que demasiado [ríe]. Estoy deseando que llegue ya final de febrero para torear. Aunque debo decir que llevo una preparación muy intensa y en la que cada vez me encuentro más cómodo y satisfecho. Entreno a diario por la mañana y por la tarde; el físico que hago, lo hago delante de la cara de las reses, que para mí es fundamental. Me encuentro muy bien. Estoy muy centrado en la temporada.
—Le iba a decir que se le puede seguir por redes sociales.
—Han cambiado mucho los tiempos, está claro. Ahora tenemos la posibilidad de expresarnos desde diversos canales. No solo nosotros, también la gente que te sigue, que hace grupos. Todo ha evolucionado y hacer uso de la tecnología permite conectar también desde otros lugares. A mí me emociona mucho saber que la gente me acompaña. No puedo dejar de dar las gracias por ello.
—¿Qué espera de la temporada que se avecina?
—En la línea de continuidad de la anterior, seguir progresando, seguir cumpliendo sueños. Tengo mucha ilusión, como decía, por volver a vestirme de luces, por torear. Es lo que quiero ser y lo que quiero hacer. Tengo muy claro y presente que, con toda probabilidad, afronto la temporada más importante de mi trayectoria. He ido cumpliendo sueños y la intención está en seguir haciéndolo. Mi motivación es máxima.
Las comparaciones «En el toreo, siempre ha habido grandes nombres. Hasta que no sea una figura, no me puedo creer nada. Porque no lo soy»