El alza de parados mayores de 55 años apremia a reformar el subsidio
El desempleo crece en casi 10.000 personas en el último año en el colectivo de más edad
El Ministerio de Trabajo parece haber establecido un nuevo marco temporal para negociar el malogrado decreto para la reforma del subsidio por desempleo que decayó en trámite parlamentario a finales del pasado año con el voto negativo de Unidad Podemos. El rechazo parlamentario impidió la aprobación de la medida que había auspiciado el gabinete de la vicepresidenta Yolanda Díaz con cierta premura para poder cumplir con uno de los hitos pactados con Bruselas dentro del Plan de Recuperación, en este caso para permitir la llegada del cuarto tramo de fondos por valor de 10.000 millones de euros.
Así, el Gobierno contará con al menos tres meses –hasta marzo– para presentar la reforma del subsidio por desempleo ante instancias europeas antes de exponerse a un eventual recorte de fondos por parte de la Unión. Sin embargo, un segundo elemento más allá del compromiso con Europa apremia a Trabajo a abordar la reforma. El mercado laboral ha comenzado a mostrar síntomas de fatiga que no en vano si ha podido esquivar la economía en su conjunto –con un crecimiento del 0,6% del Producto Interior Bruto en el cuarto trimestre de 2023– y ya el cierre de ejercicio mostró un ajuste significativo con la destrucción de 19.000 puestos de trabajo.
Sin embargo, la luz de alarma se enciende al observar el saldo del desempleo en el conjunto del pasado año. El paro creció en 9.700 personas mayores de 55 años durante el pasado ejercicio, situándose este colectivo en los 533.300 desempleados a cierre del pasado ejercicio. Cabe recordar que este colectivo es el que más número parados de larga duración acumula en las listas del servicio de empleo, y que es objeto de la mejora de prestación que previó el Gobierno en la maltrecha reforma del subsidio por desempleo.
Y otro de los aspectos que llama la atención y aplica presión sobre la normativa es el aumento de desempleo que también se ha producido entre los más jóvenes. De hecho, la caída de 193.400 parados en el conjunto del pasado ejercicio sólo es posible gracias a que 220.100 desempleados de entre 25 y 54 años abandonaron las listas del paro en los últimos doce meses. Concretamente, en el último año, el desempleo se ha incrementado en 4.400 personas de entre 16 y 19 años y en 12.900 personas de entre 20 y 24 años. Ambos grupos, los más mayores y más jóvenes, sumaron un incremento de 27.000 parados durante el pasado ejercicio.
Rubicón parlamentario
Ante la negociación iniciada en el seno del diálogo social, ahora con más plazo para presentar un texto ante Bruselas, parece que el Gobierno no deberá de deshojar la margarita tanto como en otras negociaciones para alumbrar un texto que al menos contará con el visto bueno de los sindicatos –labrar el apoyo de la patronal en esta materia es harina de otro costal– que termine de atornillar el necesario apoyo de Unidas Podemos a la medida.
La clave está en el encuadre de los parados mayores de 52 años que cobran la prestación por desempleo. Para ellos se había previsto en la norma que mantuvieran la cuantía del 80% del Iprem, los actuales 480 euros mensuales a percibir hasta el momento de reingresar al mercado laboral o causar jubilación. Pero lo que no aceptó la formación morada es la reducción del coeficiente de cotización mejorado, que se reduciría del 125% actual al 100% en un plazo de cuatro años, hasta el próximo 2028.
Aunque el problema principal que sobrevuela al colectivo tiene que ver fundamentalmente con el escaso índice de reinserción en el mercado laboral tras perder su puestos de trabajo. «Si un mayor de 52 años es despedido, tiene la mitad de posibilidades de reinserción que el resto de trabajadores y una cuarta parte que los menores de 25 años», explica el director de Randstad Research, Valentín Bote, en declaraciones para este diario planteando desde este prisma la necesidad de abordar un programa que permita la conservación del talento senior.
Los mayores de 50 tienen la cuarta parte de opciones de reingresar al mercado laboral que los más jóvenes tras un despido
El grupo de más de 55 años y los menores de 25 sumaron 27.000 parados a las listas del SEPE durante el pasado ejercicio