Las 7 magníficas a lo suyo
En el mes de enero la bolsa tras un comienzo un poco titubeante ha seguido con las dinámicas de finales del año pasado en las que las compañías conocidas como 7 magníficas han seguido a lo suyo. Y, probablemente, lo que puedan hacer o dejar de hacer este grupo de empresas en bolsa sea lo más determinante en el comportamiento de la bolsa mundial. El tamaño de estas compañías no es de este mundo -algunas de ellas solas representan varias veces el PIB español-. Y su peso en los índices hace que su comportamiento sea determinante.
Tras las subidas de los últimos años al calor primero de los tipos de interés extraordinariamente bajos que impulsaron los sectores de crecimiento donde estas compañías están englobadas y, segundo, por la magia de la Inteligencia Artificial, las valoraciones son muy exigentes. El conjunto de estas compañías cotizan a más de cuarenta veces beneficios lo que supone que están poniendo en precio la perfección. Incluso esa perfección podría no ser suficiente para justificar los precios que se están pagando por muchas de ellas.
Y ahí es donde reside el problema. El dilema al que se enfrentan los agentes del mercado es decidir si siguen subidos en bolsa a estos nombres que están desbocados a riesgo de que el mercado en algún momento se replantee si tiene sentido lo que está pasando o irse bajando a riesgo de que perder algo de comportamiento relativo con respecto a los índices.
No es una decisión obvia porque la experiencia nos demuestra que la exuberancia de los mercados puede prolongarse más tiempo que la paciencia de los inversores.
En cualquier caso, lo que quizá tendríamos que hacer es replantear la pregunta relacionando dos de los temas que llevamos hoy en esta página: comprar bancos que cotizan a cinco veces beneficios tras los extraordinarios resultados que acabamos de conocer o apostar por estas grandísimas compañías que cotizan a múltiplos exagerados porque van a ser las grandes beneficiarias de la revolución que seguro supone la IA? Probablemente son dos caras de la misma moneda pero en el caso de la banca te llevas un 10% al año en dividendo mientras esperas que las aguas vuelvan a su cauce.