Concluye la restauración del núcleo minero Barranco de la Higuera
Las Junta invierte 1,9 millones de euros en eliminará lodos y otros residuos
La restauración del depósito de procesos de tratamiento de industrias extractivas Barranco de la Higuera de Alcaracejos, labor que lleva a cabo la empresa pública Tragsa con un presupuesto consignado de 1,9 millones de euros, llega a su fase final. Como explicó ayer el delegado territorial de Industria, Energía y Minas, Agustín López, durante una visita a la localidad, el proyecto tiene por objeto «la recuperación ambiental de esta zona y así eliminar los posibles riesgos para la salud humana y el medio ambiente». Estos vienen provocados por la existencia de lodos procedentes de tratamientos mineros, así como la falta de seguridad estructural de las balsas como consecuencia de su estado de abandono, extracción de material para su uso como árido y ataques por agentes atmosféricos que erosionan la superficie y crean caminos preferenciales y grandes cárcavas.
La actuación se ha encaminado «a la clausura in situ de los lodos con red de recogidas, conducción y control de escorrentías y restauración de la cubierta vegetal, para garantizar su seguridad estructural, así como evitar procesos de contaminación», según indica la Junta en una nota de prensa. Los suelos y los cauces afectados han sido completamente restaurados. «En mayo de 2022, la Comisión
Europea, ante la coyuntura de emergencia ocasionada por el Covid-19, presentó un paquete de medidas de gran alcance, un Plan de Recuperación, que aunaba el futuro marco financiero plurianual y medidas específicas y temporales de recuperación en el denominado Next Generation EU», agrega.
La Administración autonómica subraya que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) incorpora una agenda de inversiones y reformas estructurales y contempla la ejecución de restauraciones mineras incluyendo las actuaciones de recuperación de los suelos y zonas afectadas por la minería. «El objetivo es salvar zonas degradadas por esta actividad reduciendo el riesgo para las poblaciones cercanas y la vida silvestre al eliminar focos de contaminación y naturalizando y transformando en sumideros naturales de carbono las áreas restauradas», resume.
En concreto, la intervención incluye una línea específica dedicada a la restauración de instalaciones mineras abandonas peligrosas, en particular las identificadas por el inventario de las instalaciones de residuos cerradas, implementado por el Real Decreto 975/2009, en cumplimiento de la Directiva 2006/21/CE sobre gestión de los residuos de industrias extractivas. «Supone desarrollar actuaciones de restauración para la eliminación de los riesgos asociados como contaminación del suelo y las aguas que las rodea y restauración ambiental recuperando su biodiversidad natural y propiciando su transformación a sumideros naturales de carbono», añadió la Junta.