Más de 600 tractores muestran el descontento de los agricultores
▶Convocados de modo improvisado cortan la N-432 y la A-4 y reclaman cambios en las «exigencias» europeas ▶Piden aranceles para los productos de fuera de la Unión Europea y que tengan las mismas medidas fitosanitarias
EL campo volvió a irrumpir de manera simbólica y contundente en Córdoba capital. Unos 500 tractores llegaron en la mañana de ayer desde distintos puntos de la provincia para concentrarse en el Arenal en la protesta con que los agricultores quieren que se escuche su voz en defensa de mejores condiciones y de que los impuestos dejen de asfixiarles.
La jornada amaneció a horarios del campo en muchos puntos de la provincia, en torno a las 7.00 de la mañana o antes. A esas horas partieron de distintos pueblos los muchos tractores que tenían como meta El Arenal. Los primeros, los más cercanos, estaban ya a las diez de la mañana.
El resto se hicieron esperar hasta bien entrado el mediodía, cuando llegaron algunos por la autovía A-4 y otros por la carretera N-432, la que lleva hasta Granada y que conecta la ciudad con la Campiña Este. Fue la comitiva más larga, ya que recogió a mucha gente de todo el sur de la provincia de Córdoba. La Guardia Civil tenía un dispositivo para organizar el tráfico, que no pudo evitar los atascos. El otro frente está también en la N-432, pero en su parte norte, por donde una hilera casi interminable de unos 80 vehículos se desplazó desde localidades como Fuente Obejuna, Belmez, Peñarroya o Villaharta hasta Espiel, punto final de la concentración, al que han llegado sobre las 13.30 horas. También las retenciones se apoderaron de una carretera ya de por sí compleja por la densa circulación y por tener sólo un carril para cada sentido.
Los que habían viajado a través de la A-4 entraron a la ciudad a la altura del polígono de La Torrecilla y han recorrido la avenida de Cádiz hasta el puente del Arenal, cortado para que lo recorriesen en el menor tiempo posible. Y nunca es pequeño para vehículos que no puede sobrepasar los cincuenta kilómetros por hora.
En torno a la una del mediodía los 500 tractores quedaron en El Arenal, a poca distancia del estadio El Arcángel. Y allí los protagonistas, los agricultores y ganaderos de toda la provincia, se aclamaron unos a otros, con
Las caravanas llegaron a Córdoba y Espiel con un importante dispositivo policial y se nutrieron en gran parte del Sur
banderas de Andalucía y España y compartieron las reivindicaciones que les llevan a salir a las calles y a plantarse en Córdoba para reclamar mejoras. No será el final.
Agricultores del olivar y del cereal, pero también ganaderos especializados en ciertos trabajos del campo han estado presentes en la cita, que tiene que ser la primera de una larga serie de movilizaciones en Córdoba. Por el camino iban conversando con los viandantes, a los que se entregaba información para que entendieran que lo que piden
El manifiesto que leyó Soledad Serrano aseguró que los agricultores y ganaderos se ven «obligados a agruparse, independientemente de cualquier organización». Su queja es contra la nueva PAC, pero también contra los requisitos de la agenda 2030. Los agricultores llevaban en sus tractores muchas pancartas contra estos requisitos ecológicos ya que aseguran que les perjudican. «En algunos casos nos resulta imposible de llevar a cabo por nuestros propios medios», insistió.
Se resumen en que se rebajen los requisitos ambientales de la nueva Política Agraria Común (PAC) y también que haya menos carga burocrática, que «exige muchas horas de trabajo». Creen
que es necesario mantener la bajada de impuestos sobre el gasóleo agrícola y derogar la Ley de Bienestar Animal. Las tractoradas y bloqueos son la primera señal de su descontento, hasta que les escuche el Ministerio de Agricultura, y que así lo llevé a la Unión Europea. «Estas exigencias hunden al sector primario y provocan la despoblación del mundo rural», aseveró.
Insisten en que es necesario mantener la reducción del impuesto al gasóleo agrícola, ya que el combustible se ha encarecido mucho, y hasta piden que se estudie alguna rebaja adicional. «No queremos más impuestos, porque ya hay bastantes con el aumento de los costes», resaltó.
Precios
Una parte de sus protestas tiene que ver con la Ley de Bienestar Animal y con la normativa ambiental, que les limita el trabajo. Es fundamental para ellos modificar los precios y exigir la misma normativa fitosanitaria para los productos que llegan desde fuera de la Unión Europa (UE). Precisamente a lo que se importa desde fuera de Europa piden que se introduzcan aranceles.
La queja recurrente es a la entrada de productos desde lugares como Marruecos, donde producirlos es mucho más rentable y económico, y que entienden como desleal por sus condiciones. Es algo que lastra sus beneficios y, a la larga provoca que muchos terminen abandonando el campo, así que piden cambios en el etiquetado sobre los precios en origen y final.
Las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos también pasan por una política de gestión de aguas «consecuente con las necesidades del territorio», muy especialmente en estos años marcados por la situación de sequía. Seguirán protestando y pidiendo que la Unión Europea mejore sus políticas para que la agricultura no siga desangrándose.