Tres años de cárcel por crear con IA una imagen sexual de un niño
▶Europa considerará pornografía infantil las fotografías y los vídeos generados por tecnología ▶La prescripción de los delitos de abuso se ampliará hasta, al menos, 20 años después de que la víctima sea adulta
La inteligencia artificial (IA) puede acelerar el negocio de las empresas y facilitar enormemente la vida del usuario. Sin embargo, en malas manos, y con malos fines, también tiene capacidad para provocar daños difíciles de reparar. Especialmente para los niños. La Comisión Europea aprobó ayer una propuesta de regulación para que todas las imágenes y vídeos sexuales en los que aparezcan menores, y que hayan sido creados mediante el empleo de tecnología, como podría ser el caso de herramientas de inteligencia artificial generativa, pasen a ser considerados como pornografía de menores convencional. Esto implica que su creación y tenencia se convertirá en delito que incluirá penas de cárcel.
«Uno de cada cinco niños en la UE sufre alguna forma de abuso sexual o explotación. En 2020 hubo un millón de denuncias por casos de abusos y en 2022 estos subieron medio millón más», ha explicado durante la presentación de la propuesta Dubravka Suica, vicepresidenta de la Comisión Europea para asuntos de Democracia y Demografía.
La UE llevará a cabo estos cambios mediante la reforma de la directiva relativa al abuso de menores, que data del año 2011, y lo hará con la finalidad de luchar contra las nuevas formas de abuso sexual que trae consigo internet y el auge de la IA, en boga desde hace algo más de un año gracias al bombazo digital que representó
ChatGPT. En la propuesta de regulación se recoge, efectivamente, la ampliación de la definición de delitos penales relacionados con el abuso sexual infantil en todos los Estados miembros de la UE. Y ahí pasarán a incluirse, desde el momento en que el Consejo y el Parlamento den su visto bueno, algo que debería ocurrir en los próximos meses con vistas a que los cambios sean efectivos en un plazo de año u año y medio, todas aquellas imágenes falsas generadas mediante el empleo de la inteligencia artificial. De este modo, si en la normativa antes se recogía exclusivamente la idea de «pornografía infantil», esta pasará a ser sustituida por «material de abuso sexual infantil», dando cabida de este modo a las creaciones realizadas con tecnología.
Con la actualización de la directiva, y el hecho de que la generación y posesión de imágenes de carácter sexual de menores pase a ser considerado delito; las personas que estén detrás de la creación podrán enfrentarse a penas de cárcel que parten de los tres años. Asimismo, el hecho de tenerlas y compartirlas puede acarrear, como mínimo, condenas de dos años. Evidentemente, no todas las imágenes falsas en las que aparezcan niños serán perseguidas. La actualización solo afectará al material erótico.
Un problema creciente
La generación de imágenes pornográficas falsas no es una nueva lacra. Sin embargo, con la democratización de herramientas de inteligencia artificial capaces de crear contenido en cuestión de segundos, fáciles de usar para cualquiera sin necesidad de tener grandes conocimientos en informática, es esperable que el problema se agrave. Y, de hecho, ya lo está haciendo. Así lo demuestran casos como el que tuvo lugar en la localidad extremeña de Almendralejo (Badajoz) el pasado septiembre, cuando varios menores recurrieron a una aplicación de IA para crear fotografías falsas de compañeras de clase en las que estas aparecían desnudas.
Y este no es un caso aislado, ya se han conocido situaciones similares o parecidas en otros países, y varios es
Las nuevas reglas también otorgarán a las víctimas el derecho a una compensación financiera por los daños a largo plazo
tados de Estados Unidos han comenzado a realizar cambios en sus leyes con el fin de ponerle freno a la situación.
Con la adecuación de la directiva, la UE, además, ampliará el período de tiempo durante el cual las víctimas de abuso sexual pueden denunciar al agresor. De acuerdo con los estudios que maneja la Comisión, el tiempo medio que tarda una víctima de abuso infantil en compartir con alguien su experiencia suele ser de entre 17,2 y 21,4 años. Por tanto, la mayoría guarda silencio hasta que ya lleva tiempo siendo adulto. Para solucionarlo, la enmienda de la directiva establece que los casos de abuso no prescriban hasta que pasen, al menos, 20 años desde que el superviviente alcanzó la mayoría de edad.
Concienciación social
Las nuevas reglas también otorgarán a las víctimas el derecho a una compensación financiera para abordar los daños a largo plazo que causa el abuso sexual infantil. Además, los Estados miembro deben establecer un mecanismo de coordinación para aprovechar al máximo los programas disponibles en materia de prevención y asistencia a las víctimas.
Los Estados también deberán dedicar mayores esfuerzos a la concienciación social. A este respecto, se solicita a los miembros que incrementen la inversión en sensibilización, especialmente sobre los riesgos en línea, con el fin de minimizar los riesgos de internet y que los más pequeños estén lo más seguros que sea posible cuando naveguen por la red.
Además, los nuevos requisitos garantizarán que los reclutadores para actividades y trabajos que impliquen contacto cercano con niños y para organizaciones que trabajan contra el abuso sexual infantil deberán solicitar los antecedentes penales de los candidatos al puesto concreto.