Alves volvió «muy borracho esa noche»
▶Joana Sanz, mujer del brasileño, apunta que el jugador «se desplomó en la cama» tras chocar contra el armario y apuntala así el atenuante de consumo de alcohol
Dani Alves volvió a casa «muy borracho» la noche de la presunta violación en la discoteca Sutton de Barcelona, la madrugada del 30 al 31 de diciembre de 2022. Así lo aseguró ayer su mujer, Joana Sanz, durante el juicio por el que el futbolista se enfrenta a una pena de hasta doce años de cárcel por la agresión sexual a una joven de 23 años.
Después de que el brasileño, en un enésimo cambio de versión, asegurase que aquella madrugada se encontraba bajo los efectos del alcohol; ayer, tanto sus amigos como Sanz apuntalaron dicho argumento ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona. Explicación que persigue conseguir un atenuante ante una eventual condena.
Sanz, último testigo en declarar durante la segunda jornada de juicio, apuntó que aquel día Alves había quedado a comer con tres amigos en la Taberna del Clínic. La última vez que hablaron fue por Whatsapp. Sobre las once de la noche. Casi cinco horas más tarde regresó a casa, «oliendo a alcohol». «Cuando entró en la habitación chocó contra el armario y una mesita y se desplomó en la cama», aseguró la modelo. Al día siguiente, el brasileño «se levantó supertarde» y evitó cualquier mención a su paso por Sutton.
Allí acudió junto a uno de los tres amigos con los que comió: Bruno Brasil, quien apuntó que estuvo junto al exlateral del Barça compartiendo hasta cuatro botellas de vino en el restaurante. También whisky. De allí salieron ya de madrugada, para tomar un gintonic en otro local, antes de llegar, en coche, a la discoteca.
Según Brasil, fue él, sin indicación previa de Alves, quien hizo el gesto a un camarero para que invitase a la zona vip a la denunciante y sus dos acompañantes, que estuvieron «cómodas» en todo momento. Allí, la víctima bailó con el futbolista, apuntó el testigo de la defensa, «de forma sensual pero respetuosa». Luego Alves entró en el baño del reservado y la joven le siguió.
Al salir, una de las amigas se despidió de Bruno «con un beso» y ellos abandonaron el local «porque habían bebido mucho». Pocos minutos después, el personal de la discoteca ya atendía a la víctima. Entre ellos, su director, Robert Massanet, que fue quien habló con ella «para ver qué había sucedido». Le explicó «que había sido víctima de una agresión sexual». Sólo una vez Alves hubo abandonado el local, explicó que «había sido él». Lo que le contó la víctima es que había entrado «de forma voluntaria en los lavabos» y luego la forzó. La intervención de Massanet se centró en convencerla para «activar el protocolo», alertar a los Mossos y «que no se fuese a casa», que era lo que quería hacer, tal y como relataron la prima y la amiga que la acompañaban aquella madrugada. Otro de los empleados del local, un auxiliar que le curó la herida – «superficial»– en la rodilla tras la agresión, escuchó cómo la denunciante
Robert Massanet Director de Sutton
decía a las otras dos jóvenes que «sabía a dónde iba y a lo que iba» –entró en los lavanos tras Alves– pero luego «se arrepintió y ya no quería», avalando así la tesis de que el brasileño la forzó.
Detención pactada
El primer agente que llegó a Sutton también detalló ayer que la víctima no quería denunciar por temor a que nadie la creyese. La joven primero estaba en ‘shock’, «sin dejar de llorar». «Tuvimos que calmarla, no era capaz de hablar», detalló. Además, a otro de los mossos le explicó: «No quiero dinero, quiero justicia». En la misma línea, la jefa de la Unidad Central de Agresiones Sexuales de la Policía catalana, que apuntó que la víctima no quería formalizar la denuncia contra el futbolista. «Sentía terror a que saliese su nombre. Se encontraba impotente».
Tras la denuncia, llegaron las conversaciones de los Mossos con la abogada de Alves, entonces Miraida Puente, con la que «se pactó su detención». Deferencia, ha asegurado la investigadora por orden de sus superiores, al tratarse de un personaje conocido, «para evitar filtraciones y fotos» y «preservar su identidad». Será esta tarde cuando el brasileño declarará ante el tribunal para alegar sexo consentido. Antes, tendrá que escuchar las periciales que lo inculpan.
La víctima le explicó que «entró de forma voluntaria en los lavabos» y luego Alves la forzó
Bruno Brasil Amigo de Alves
En el reservado, el futbolista bailó con la joven «de forma sensual, pero respetuosa»
Jefa de la UCAS Mossos d’Esquadra
«No quería denunciar. Sentía terror a que saliese su nombre. Se encontraba impotente»