El Reina Sofía suma una técnica para reparar la válvula tricúspide
▶ Los cardiólogos operan ya esa zona del corazón usando un cateterismo
Se había tratado mucho la válvula aórtica, pero la tricúspide, una de las cuatro que tiene el corazón, no tenía hasta ahora demasiadas técnicas para frenar las insuficiencias, que crean serios problemas. El hospital Reina Sofía de Córdoba acaba de presentar una nueva técnica por cateterismo para solucionar sus problemas.
Como explicó ayer el jefe del servicio de Cardiología del centro sanitario, Manuel Pan, hasta ahora se utilizaban sobre todo diuréticos para tratar la los escapes de esta válvula, y el pronóstico no era demasiado bueno, porque no evitaba muchos problemas.
En los dos últimos años, el hospital Reina Sofía de Córdoba ha comenzado a utilizar un procedimiento mediante un catéter que se introduce por la arteria femoral, a la altura de la ingle, y que llega hasta el corazón sin necesidad de cirugía mayor. Una vez allí se utilizan dos grapas «que reducen el anillo y por lo tanto los escapes».
La recuperación, aseguró este jueves el doctor Pan, «es muy rápida» y ofrece «resultados muy buenos». Eso sí, no vale para todos los pacientes, pero sí para un grupo significativo. Durante esta jornada se está explicando a 130 especialistas de España y Portugal que asisten o bien de forma presencial o a través de vídeoconferencia. Los asistentes, a su vez, también presentan casos difíciles.
Incremento
En dos años de puesta en práctica de esta nueva técnica quirúrgica, el Reina Sofía ha tratado a 42 pacientes con esta técnica, y se ha comprobado cómo, a medida que va dando mejores resultados, aumenta también su uso y demanda. «A raíz de estos buenos resultados se irán remitiendo más pacientes para que sean intervenidos de esta manera», explicó el doctor Pan.
El jefe de Cardiología del hospital cordobés explicó que la válvula tricúspide está entre la aurícula derecha y el ventrículo derecho del corazón, y tiene que «permitir el paso fluido de la sangre» entre las dos cavidades y luego hacia los pulmones. El corazón tiene que trabajar más y por lo tanto también sufre más. Si falla la válvula tricúspide, la sangre no circula bien y disminuye el flujo en los pulmones; el cansancio crece y se hincha el hígado
Si está estrecha o hay insuficiencia, que es lo que se trata con esta técnica, «la sangre regurgita hacia atrás y produce edema y disminuye el flujo a los pulmones». Los síntomas son complicados: el pacientes se queja de cansancio, se hinchan las piernas y se inflama el hígado.
Entre los factores que la provocan está una arritmia en la aurícula derecha, que provoca que se dilate y no cierre bien. Ahí llega el problema, según Manuel Pan, que también recordó que se puede deformar por enfermedad. En el curso se tratan insuficiencias secundarias, que son las que llegan como consecuencia de la arritmia.
Se espera, además, que en los próximos años y como consecuencia de estos factores, aumente la patología de la válvula tricúspide, así que los buenos resultados del tratamiento dan esperanzas.
Los avances en la tecnología que se han conseguido en los últimos años han permitido implantar este tratamiento, que mejora de forma considerable los tratamientos anteriores frente a los diuréticos que se empleaban hasta hace dos años de forma general. «La técnica se ha consolidado», resaltó el máximo responsable del servicio hospitalario.
Unos cuarenta pacientes se han operado ya de esta manera y se prevé que el número sea superior por el contraste de resultados
Hasta el momento, se usaban diuréticos para tratar los escapes de la sangre del corazón por la parte dañada