ABC (Córdoba)

España no se une a los gobiernos europeos contra la Superliga

▶La UEFA y los países de la UE realizan una declaració­n conjunta contra el nuevo formato del fútbol ▶El Gobierno español argumenta que quiere evitar interferen­cias por el proceso judicial en nuestro país

- JOSÉ CARLOS CARABIAS Aleksander Ceferin Presidente de la UEFA

De nuevo el viejo tópico que se creía superado, ‘Spain is different’. Otra vez España es diferente porque es el único país de la Unión Europea que no firma una declaració­n de rechazo al nuevo formato impulsado por Florentino Pérez y Joan Laporta, la Superliga. Emmanuel Macron, el presidente francés, lideró la iniciativa de oposición al nuevo formato pretendido en el fútbol y encontró el apoyo de todos los socios europeos. Todos, menos España. El Consejo Superior de Deportes (CSD) utilizó como argumento para esa soledad comunitari­a el mismo motivo por el cual ha destituido al director de la agencia antidopaje (CELAD). Terreros no sancionaba a los positivos por pasaporte biológico por el recelo a una sentencia adversa de los tribunales de justicia y el Gobierno aduce ahora que su negativa se debe a que el caso Superliga está ‘sub iudice’. El próximo 14 de marzo está prevista la vista oral y, dice en el comunicado del CSD, «el Gobierno español quiere evitar cualquier interpreta­ción que pueda interferir en el procedimie­nto judicial que se está desarrolla­ndo en nuestro país».

Francia llevó al Consejo de la Unión Europea una declaració­n conjunta de los miembros de la UE contra la Superliga para regular y eliminar esta competició­n. El país galo consiguió el apoyo de la UE para que la Comisión Europea redacte una legislació­n que acabe con el proyecto y refuerce el modelo ya existente de competicio­nes nacionales y la UEFA, en particular la Champions.

En la Maison de la Mutualité de París se ha celebrado el 48 congreso ordinario de la UEFA y aunque el resumen de las enmiendas a sus estatutos, los informes de actividad y la ratificaci­ón de nuevos miembros en la asociación de clubes europeos (ECA) ha incluido al consejero delegado del Atlético de Madrid (Miguel Ángel Gil Marín), toda la estrategia del supraorgan­ismo continenta­l del fútbol fue dirigido a plantear una lucha de poder con la Superliga que defienden el Real Madrid y el Barcelona.

La UEFA aún está sacudida por la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del pasado 21 de diciembre, según el cual consideró que el caso «constituye un abuso en los ámbitos mundial y europeo por parte de la UEFA y la FIFA», que no pueden sancionar a los clubes promotores de la nueva competició­n.

Para preservar el poder de la Champions

League, la joya de la corona y una eventual asociación de la Superliga con Arabia Saudí, la UEFA incentiva con dinero a los clubes que participan en sus torneos. De la cantidad total disponible para repartir entre los equipos concursant­es (3.317 millones de euros), 2.467 millones (74,38%) se distribuir­án entre los que compitan en la Champions League (y la Supercopa), 565 millones (17,02%) irán a parar a los clubes que acudan a la Europa League y 285 millones de euros (8,60%) entre los conjuntos en la Conference League. Una proporción entre las tres competicio­nes que se mantiene al mismo nivel que en el actual ciclo 2021/24.

En este frente de ataque de la UEFA contra la Superliga despuntó la avalancha de críticas y argumentos del presidente, el esloveno Aleksander Ceferin. «La fuerza del fútbol europeo reside en la adhesión a un modelo claro, sencillo, basado en valores comunes. Es una democracia en la que todos pueden soñar y las victorias se obtienen en el campo», dijo en contraposi­ción al modelo cerrado tipo NBA de la Superliga.

La UEFA incrementa el reparto de premios para los clubes en la Champions y en la Europa League como freno a la Superliga

«Algunos se hacen las víctimas cuando en realidad son depredador­es»

«Dicen ser los salvadores del fútbol cuando en realidad intentan cavar su tumba»

Miguel Ángel Gil Marín Consejero delegado del Atlético

«Ser nuevo miembro de la ECA no me representa a mí, es un premio para el Atlético de Madrid»

Ceferin, quien comunicó que no se presentará a la reelección, habló de valores que casan muy poco con el mundo de chaquetas, corbatas, millones y dentellada­s que se lleva en los palcos del fútbol. «Somos lo suficiente­mente humildes como para atribuir este éxito indiscutib­le a nuestro modelo único, basado en la solidarida­d, la inversión, la unidad, el mérito deportivo, el ascenso y el descenso».

Y se tiró a la yugular de Florentino Pérez y Laporta. «Algunas personas intentan pisotear esos setenta años de historia. Intentan cambiar este modelo europeo a pesar de su éxito. Dicen ser los salvadores del fútbol cuando en realidad intentan cavar su tumba. Se hacen las víctimas cuando en realidad no son más que depredador­es. Confunden monopolio con unidad. Confunden limosna y solidarida­d».

Deseo insaciable

Discurso duro del presidente de la UEFA: «Algunos piensan que todo se puede comprar. Todo está a la venta. Las personas no son más que consumidor­es. Esta es una perspectiv­a de la vida. Pero no el nuestro... Unos pocos individuos están tratando de dividirnos en nombre del libre mercado, impulsados por un deseo insaciable de generar ganancias cada vez mayores para unos pocos privilegia­dos».

En este clima de enfrentami­ento, el Gobierno de España pasó la baraja. Recuerda el CSD que España es el único país de la UE con un procedimie­nto judicial abierto. Y muestra su desacuerdo con el texto liderado por Macron en que el modelo del fútbol «debía radicar en las competicio­nes abiertas, en la libertad de asociación». Mantiene que el deporte europeo debe responder a la legislació­n de los parlamento­s y someterse a las resolucion­es de los tribunales europeos. «Ninguna de estas propuestas fueron incluidas en la declaració­n». Y por eso España no firma.

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