Gordos en vuelo
Finnair ha empezado a pesar a los pasajeros con su equipaje de mano para equilibrar el avión
Primero piden permiso, luego estamos perdidos. El otro día hablaba de lo de dar la cara en los aeropuertos a Vueling como se la damos con gusto al iPhone. Es opcional y se pide permiso. Ahora la cosa es peor. Pero, sí, mucho más divertida. He leído en el ‘Daily Mail’ que Finnair, la compañía aérea de Finlandia, ha empezado a pesar a los pasajeros con su equipaje de mano para estimar mejor el peso del avión antes del despegue. Cielos, como a los perros cuando hay que pesarlos con el transportín donde las maletas. La portavoz de la compañía dijo que más de 500 clientes voluntarios habían participado en los pesajes. Que es para equilibrar el vuelo y garantizar un viaje seguro. Claro, imaginen que los gordos están todos en un lado y el avión vuelca como el troncomóvil cuando a los Picapiedra les sirven la chuleta de brontosaurio. No sé, no recuerdo que ningún avión comercial se haya estrellado por culpa de pasajeros con sobrepeso.
Advierte Finnair de que los datos recopilados no serán vinculados con los datos personales de los clientes. Que «sólo el agente de atención al cliente que trabaja en el punto de medición puede ver el peso total, por lo que se puede participar en el estudio con tranquilidad». Vaya, sin que tu peso trascienda. No tengo ni idea de lo que peso y cuando en un hotel veo un peso no se me ocurre subir para enterarme. Ya tengo bastante con saber las chaquetas que no me cierran, los pantalones que me resaltan la molla púbica o lo gorda que salgo en las fotos. Y no siendo el Aga Khan no me interesa pesar mucho.
Tengo una amiga que dice: «Podrán saber mi edad, pero no mi peso». Esta no va a viajar con Finnair, ya les digo. Siempre he sido muy partidaria de Greer Garson cuando razonaba que no podía decir su edad porque cambiaba continuamente. Pues anda que el peso. Hay quien se queja de que es un plan cruel que avergonzará a los gordos. Lo que no me queda claro es si los voluntarios tienen que subirse en la cinta de las maletas que se facturan, como los perros, o hay un peso aparte para personas. Ojalá me pesaran con una romana.*