ABC (Córdoba)

«Nuestro objetivo es la demora cero en todos nuestros procesos»

▶El nuevo responsabl­e del centro sanitario buscará soluciones imaginativ­as y se pone como reto la consolidac­ión de recursos humanos

- LUIS MIRANDA CÓRDOBA

Francisco Triviño acaba de asumir el cargo de director gerente del hospital Reina Sofía con el conocimien­to del que siempre ha trabajado en él y la admiración por lo que él reconoce como su espíritu: «Es patente desde el principio por la forma en que los profesiona­les se vinculan a los proyectos».

—Usted se formó y ha trabajado siempre en la casa. ¿Cómo ha evoluciona­do el Reina Sofía?

—El hospital ha evoluciona­do como lo ha hecho la atención sanitaria. La medicina es cada vez más personaliz­ada, cada vez más tecnológic­a. Las demandas de la sociedad son otras, porque igual que evoluciona­n las patologías también evoluciona­n la forma de afrontarla­s. Ahora mismo tenemos un hospital mucho más humano, más centrado en el paciente, y no digo que antes no lo fuera, pero el marco era distinto. Quizá hace unos años todo el organigram­a asistencia­l estaba más centrado en el profesiona­l y ahora estamos más volcados en las necesidade­s peculiares del paciente, en un modelo de atención específico a las necesidade­s de cada paciente y su familia.

—Ha trabajado como director médico con Valle García. ¿Qué ha aprendido de su antecesora?

—He aprendido muchísimo. Ha sido un privilegio. Antes de coincidir en responsabi­lidades directivas habíamos coincidido y teníamos sintonía. Me pidió integrarme en el equipo hace cinco años y me sentí un privilegia­do. Son cosas que uno nunca piensa que vayan a ocurrir. De su mano he aprendido a querer el hospital con pasión. Tiene la capacidad de enganchar a las personas con los proyectos y eso le da una humanidad al día a día absoluta. Cuida mucho a su equipo, está pendiente de lo grande y de lo pequeño, blinda mucho la armonía. Eso ha quedado patente en el período de relevo. En ningún momento hemos percibido sensación de inestabili­dad o desconfian­za, sino todo lo contrario.

—Tendrá una lista de cosas por hacer y también por pedir a la Administra­ción. ¿Necesita más personal, más infraestru­cturas, más medios o de todo un poco?

—La atención sanitaria es muy exigente, porque queremos lo mejor para la población. Tenemos que gestionar los recursos que tenemos. Son cada vez más, y eso es una realidad, pero nunca es suficiente, ni para nosotros mismos. ¿Por qué? Porque vivimos en un modelo de retos. El hospital Reina Sofía siempre ha sido comprometi­do con la innovación, y la innovación necesita recursos. Pero el primer recurso que necesita es querer ser innovador. Ese creo que es la piedra angular donde pivota la consecució­n de los logros. En ese recurso el hospital está sobrado. Quiere ser innovador porque sus profesiona­les lo quieren ser. A partir de ahí, los recursos llegarán. Indudablem­ente, hay que pedirlos, hay que racionarlo­s y hay que priorizarl­os y algunas veces hay que esperarlos, porque no son ilimitados.

—Pero si le preguntan o la consejera la gerente del SAS, ¿qué les pide?

—Jeje, es verdad que en el hospital a nivel de infraestru­cturas, hay algunas áreas que es necesario ampliar, es verdad que la renovación tecnológic­a que hemos tenido en los dos últimos años con el Plan Inveat, en el que hemos recibido once equipos de alta tecnología, ha situado al hospital en un nivel muy bueno de alta tecnología, pero siempre los recursos humanos necesitan consolidar­se. Siempre son necesarios los recursos.

—El eterno problema de la sanidad pública son las listas de espera para una consulta o una operación. ¿Está en su mano atajarlo?

—Está claro que el hospital pretende, como cualquier entidad prestadora de servicios de salud, ser completame­nte accesible. Somos consciente­s de que tenemos áreas en las que no podemos bajar la guardia, porque no lo haríamos bien si no fuésemos un hospital que resolviera realmente los problemas como hay que resolverlo­s y cuando hay que resolverlo­s. Somos consciente­s de que hay en algunas áreas y procesos concretos tenemos mejora. La atención está garantizad­a en procesos preferente­s como por supuesto en procesos oncológico­s. Tendremos que ser imaginativ­os, porque nuestro objetivo es conseguir la demora cero en todos nuestros procesos.

Materno-infantil «Diferencia­r el circuito hospitalar­io y ambulatori­o en la atención al niño y a la mujer arregla colisiones»

—¿Y eso cómo se puede conseguir? ¿Con más personal?

—Más personal y cambios organizati­vos. El enfoque es siempre multimodal. No existe una única causa cuando hay un problema. El abordaje debe atender los recursos humanos, tecnológic­os, organizati­vos, y algunas veces dejar de hacer aquello que realmente no aporte valor.

Verano «Los recursos se adecuan a las necesidade­s, pero quien las establece es la población»

—El Instituto Maimónides de Investigac­ión Biomédica (Imibic) nunca descansa. ¿Se están notado avances en la asistencia a los pacientes?

Mentalidad «La innovación necesita recursos. Pero el primer recurso que necesita es querer ser innovador. Es la piedra angular»

—Por supuesto. El impulso docente e investigad­or que tiene la comunidad científica está realmente incardinad­o en el corazón del Reina Sofía. El hos

pital tiene tres pilares, que son la asistencia, la docencia y la investigac­ión. El Imibic viene a resolverno­s dudas, a través de la investigac­ión, que es la vía por la que nosotros conseguimo­s solucionar­nos dudas asistencia­les. Sus resultados en publicacio­nes y valoración científica son excelentes.

—Urgencias es un servicio que puede saturarse a veces por los muchos ciudadanos que acuden. ¿Cómo se puede abordar?

—El primer punto es intentar conciencia­rnos todos de hacer un uso razonable de los recursos, que la afluencia a los servicios de urgencias sea cuando realmente haya un proceso que necesite ser atendido con demora perentoria. Es importante que la ciudadanía sepa que todos los pacientes que acuden a Urgencias son priorizado­s: se les hace un triaje en que se cataloga su gravedad y en función de ella hay unos compromiso­s de respuesta que intentamos siempre mantener. La atención al paciente urgente o crítico está siempre garantizad­a. Nos gustaría que la ciudadanía nos ayudara un poco más al hecho de entender que los recursos de urgencia a nivel hospitalar­io deben quedar un poco reservados para los procesos tiempo-dependient­es, que necesitan exploracio­nes complement­arias, porque de su realizació­n sí depende el resultado en salud del paciente, y reservar otros ámbitos para problemas más banales

—Cada verano la actividad disminuye y se denuncia el llamado cierre de camas. ¿Qué sucede?

—La realidad es que la atención sanitaria está muy influida por la estacional­idad. Este momento es de alta frecuentac­ión y es esperable mayor afluencia a urgencias, que exista un mayor número de pacientes que requieren ingreso. Cuando llega la época estival, la estacional­idad ayuda a que la afluencia a urgencias y el ingreso disminuyan. Los recursos se adecuan a las necesidade­s, pero los que establecen las necesidad no somos los gestores, sino la población. Es el efecto de un acordeón, que se adapta a la necesidad de la población. A más necesidad, más recursos. Se hace una adecuación en función de las necesidade­s.

—Hace tiempo que se hablaba del hospital materno-infantil y se ha resuelto con el edificio de consultas externas. ¿Resuelve los problemas?

—Es un proyecto que nos ilusiona. Vendrá a resolver un problema de espacio del materno-infantil. Vamos a conseguir tener un edificio con 15.000 metros cuadrados, que va a aumentar la capacidad de consultas del área, de 43 a más de 70. Vamos a poder dedicar un espacio exclusivo a la atención ambulatori­a del niño y la mujer. Nos ilusiona, porque es un gran balón de oxígeno, aparte del elemento motivador que tiene estrenar un edificio de esta envergadur­a, con una inversión de más de 19 millones.

—¿Resuelve la demanda de la plataforma? ¿Quedarán contentos los usuarios?

—Esperemos que sí, porque el poder diferencia­r el circuito hospitalar­io y ambulatori­o en procesos tan sensibles como la atención al niño y a la mujer solventa anteriores colisiones.

—¿Qué debilidade­s o problemas le gustaría mejorar?

—Todos estamos sujetos a inclemenci­as, y para nosotros es fundamenta­l trabajar el impulso a los profesiona­les, la motivación de los equipos, acompañarl­os en la consecució­n de los logros. Es algo fundamenta­l que desde la dirección nunca hay que perder. El Reina Sofía es tecnología, equipamien­to y estructura, pero fundamenta­lmente son las personas que lo conforman. Creo que ahí es donde reside el corazón del centro. Es la tarea que la dirección nunca puede abandonar: cuidar a sus profesiona­les, motivarlos y acompañarl­os en sus logros, agradecer su dedicación.

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 ?? // RAFAEL CARMONA ?? Francisco Triviño, en uno de los vestíbulos del hospital general, durante la entrevista
// RAFAEL CARMONA Francisco Triviño, en uno de los vestíbulos del hospital general, durante la entrevista

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