Netanyahu pide al Ejército un plan para evacuar civiles de Rafah y acabar con Hamás
Es el último refugio para 1,3 millones de gazatíes desplazados por la guerra
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha ordenado al ejército prepararse para evacuar a los civiles de Rafah, después de que EE.UU. y la ONU expresaran preocupación por una operación militar contra este último refugio de los palestinos desplazados por la guerra en Gaza.
El miércoles, Netanyahu ordenó preparar una ofensiva en Rafah, una localidad situada en el extremo sur del territorio, junto a la frontera cerrada con Egipto, donde se apiñan cerca de 1,3 millones de palestinos. La cifra corresponde a más de la mitad de la población de la franja de Gaza, por lo que se teme que una ofensiva militar provoque un baño de sangre.
Netanyahu «ordenó a las fuerzas y a los responsables de seguridad israelíes» entregarle un «plan combinado (...) para evacuar a la población y destruir los batallones de Hamás» en Rafah, según un comunicado de su oficina. Pero el jefe de Gobierno israelí, que prometió «aniquilar» a Hamás, no está dispuesto a darle una tregua que buena parte de la comunidad internacional le reclama.
«Es imposible lograr el objetivo de la guerra sin eliminar a Hamás y dejando cuatro batallones de Hamás en Rafah», afirmó. Para ello, es necesario que «los civiles evacuen las zonas de combate», añadió.
Una precisión que llega después de que EE.UU. advirtiera el jueves que Rafah podía convertirse en un «desastre» humanitario y asegurara que no apoyaría una operación «sin planificación y sin reflexión» respecto al destino de los civiles.
Tragedia sin fin
El jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini, volvió a pedir ayer un «alto el fuego humanitario» y advirtió igualmente que cualquier ofensiva militar israelí en Rafah empeoraría la «tragedia sin fin» de la población. «Si [Israel] realiza un ataque [terrestre] contra Rafah, moriremos en nuestras casas. No tenemos elección, no tenemos donde ir», declaró Jaber Al Bardini, un habitante de Rafah, de 60 años, a Afp.
«Si atacan Rafah, habrá matanzas y un genocidio. No sé si podremos huir a Egipto o si las masacres nos alcanzarán», abundó Um Ahmed al Burai, una palestina de 59 años procedente de Al Shati, en el norte de la Franja.
En las últimas 24 horas, al menos 107 palestinos murieron en los bombardeos lanzados contra el estrecho territorio de 362 km2, según el Ministerio de Salud del Gobierno de Hamás. En Jan Yunis, asediada desde hace varias semanas, las Fuerzas Armadas israelíes irrumpieron en el hospital Al Amal y «empezaron a registrarlo», informó la Media Luna Roja palestina, que gestiona el centro sanitario.