El gabinete tiene la potestad de declarar incapaz al presidente
Hay una serie de requisitos para ser presidente de Estados Unidos: haber nacido en el país, haber vivido en él los 14 años anteriores y tener cumplidos los 35 años de edad. No hay, sin embargo, límite de edad. Cuando EE.UU. declaró su independencia, la esperanza de vida era mucho más baja, y los primeros presidentes no superaban los 61 al comenzar su mandato.
Al presidente se le suele hacer una serie de chequeos anuales que incluyen tests cognitivos. Donald Trump solía jactarse de que los pulverizaba todos, pero luego ponía ejemplos absurdos, como que debía repetir palabras como «persona, mujer, cámara, hombre».
Por aquel entonces, Washington bullía con rumores sobre si el gabinete de Trump planeaba declararle incapaz, algo que de hecho permite la vigesimoquinta enmienda de la Constitución.
Esta establece un proceso mediante el cual el vicepresidente y una mayoría del gabinete pueden declarar que el presidente está incapacitado para ejercer sus funciones. Si el presidente impugna la declaración de incapacidad, el Congreso tiene la responsabilidad de decidir el asunto. Nunca se ha aplicado esa enmienda.
La otra forma de destituir a un presidente es por medio del juicio político de ‘impeachment’, que vota primero la Cámara y abre paso a un proceso en el Senado. Pero esa destitución solo puede producirse por graves delitos, y no por incapacidad mental. Trump fue sometido a dos procesos de ‘impeachment’ y el Senado le absolvió en ambas ocasiones.
Los republicanos, que han visto la oportunidad de sacar rédito del informe del fiscal que da constancia del declive cognitivo de Biden, han pedido a su equipo que lo incapacite. Otros le han pedido la dimisión. Según dijo el diputado Joe Wilson, «la política de fronteras abiertas a los terroristas llevarán a los elitistas demócratas a expandir el gobierno para perpetuar el poder. Para que prevalezca la libertad, Biden y Harris deberían dimitir».
Los demócratas, sin embargo, son conscientes de los problemas de edad del presidente, y en esta campaña está tomando un papel central la vicepresidenta, Kamala Harris, que tiene 57 años. Si Biden gana las elecciones y deja el cargo, o este queda vacante, la vicepresidenta lo ocuparía de inmediato.