ABC (Córdoba)

«Las cárceles tienen que ser centros de rehabilita­ción, no refugio de mafiosos»

▶ El presidente de la AN de Ecuador cree que su país puede recuperar la senda de la paz con el Gobierno de Noboa

- GABRIEL GONZÁLEZ-ANDRÍO

El Gobierno ecuatorian­o está luchando contra reloj para intentar acabar con la grave espiral de violencia que azota al país. En 2023 se registraro­n 7.592 muertes violentas, lo que supone un incremento de casi un 65% respecto al año anterior. El presidente Daniel Noboa ha anunciado la construcci­ón de megacárcel­es de máxima seguridad y ha desplegado por las calles al Ejército para preservar la seguridad de los ciudadanos y hacer frente al narcotráfi­co.

El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Kronfle –nacido en Guayaquil hace 51 años–, ha tenido un duro aterrizaje en la política. Ingeniero mecánico por la Universida­d de Miami y con gran experienci­a empresaria­l, afronta un momento de máxima tensión en su país. Pertenecie­nte al Partido Social Cristiano, fue elegido presidente de la AN tras recibir 128 votos a favor de 137 asambleíst­as (9 abstencion­es). Para ello contó con los votos del correísmo, el PSC, la alianza ADN y Construye.

Kronfle afirmó en su toma de posesión que «vamos a trabajar para enfrentar la peor crisis de nuestra historia y a dar una dura batalla a la crisis de insegurida­d que vivimos». Se refirió a la necesidad de enderezar el rumbo de Ecuador para que sea «el país de la paz y no de la pesadilla». Hace un hueco en su intensa agenda para atender a ABC.

—El asalto armado a la sede del canal TC TV confirma la gravedad de la situación. ¿Temen que pueda ponerse en peligro la libertad de expresión?

—Sin duda, la incursión armada en un medio de comunicaci­ón con señal al aire ha sido un momento muy crítico. Estos niveles de violencia ponen en riesgo la libertad de expresión y a la sociedad entera.

—¿Es Guayaquil el epicentro de los problemas?

—Al ser la capital económica del país y su puerto uno de los mayores de la región, por el que salen casi el 80% de las exportacio­nes, es una de las principale­s ciudades afectadas por la violencia.

—La seguridad en el país es la asignatura prioritari­a del Gobierno de Noboa. ¿Tienen realmente los medios y la suficiente fuerza para enfrentars­e a las pandillas y grupos armados? ¿Han tenido que pedir ayuda externa?

—De acuerdo con la Ley ecuatorian­a, la seguridad del país es responsabi­lidad de la función ejecutiva. Este Gobierno está tomando medidas muy firmes para devolver la paz a los ecuatorian­os, y se comienzan a ver poco a poco los resultados. Todos los poderes del Estado, desde sus competenci­as, han manifestad­o el apoyo irrestrict­o a la gestión del Gobierno para erradicar la violencia.

—¿Tiene credibilid­ad en la opinión pública el nuevo y joven presidente?

—Yo, personalme­nte, creo que es una persona capaz, seria y bien intenciona­da, y en este corto periodo en funciones hemos podido articular políticas y decisiones en beneficio de la estabilida­d política del país y de sus ciudadanos. Las encuestas reflejan un altísimo nivel de aceptación de su gestión.

—¿Ha habido muchos fallos de seguridad en las cárceles o es que es imposible el control de tantos miles de presos hacinados?

—De ninguna manera. La fuerza pública del Ecuador es altamente capacitada y seria, pero necesitan un Ejecutivo firme, decidido y serio. Eso es lo que le ha faltado al país. En escasos dos meses del nuevo Gobierno se han ejecutado acciones contundent­es contra la delincuenc­ia, y poco a poco el Estado va recuperand­o el control de las cárceles y de barrios que por años han estado bajo el dominio de grupos violentos.

—¿Han crecido mucho los cárteles de la droga? Ecuador es más bien un paso intermedio para que la droga llegue a otros países, ¿cierto?

—Ecuador es un territorio de paso de droga. Lamentable­mente, igual que en el caso de otros países de la región, desde Ecuador salen toneladas de drogas a Europa y EE.UU. En consecuenc­ia, la presencia y actividad de las mafias se han incrementa­do.

—Supongo que estarán huyendo muchos ecuatorian­os del país ante la tensa situación que se está viviendo…

—Sí, el aumento de la migración ecuatorian­a es una consecuenc­ia directa de la crisis de insegurida­d, que ha alcanzado niveles similares a los años de la

crisis financiera de finales de siglo XX. En la medida en que las acciones del Gobierno comiencen a dar frutos, esperamos que estos niveles se reduzcan.

—Decía Noboa en la BBC que «luchamos todos los días para no convertirn­os en un narcoestad­o»...

—El Ecuador no es hoy un narcoestad­o, porque no está gobernado por estas organizaci­ones. Sí operan en Ecuador, como en muchos otros países de la región, organizaci­ones transnacio­nales dedicadas al comercio de droga, las cuales, aprovechan­do la debilidad de nuestras institucio­nes, que se ha agravado en los últimos años, han encontrado espacio en ciertos funcionari­os públicos y empresario­s privados. El actual Gobierno está dando importante­s pasos en el combate a estas organizaci­ones y, los demás poderes del Estado, conjuntame­nte con la sociedad civil, debemos apoyar su gestión.

—¿Qué papel está jugando el Ejército?

—Las Fuerzas Armadas gozan de un alto nivel de respeto y credibilid­ad en nuestra sociedad por su gran nivel técnico y tradición de defensa del régimen constituid­o y de sus ciudadanos. Su actuación desde el inicio de este estado de excepción ha sido determinan­te para comenzar a recuperar la paz.

—¿Es el alto índice de desempleo el caldo de cultivo para que muchos jóvenes acaben en grupos armados, etc.?

—La falta de oportunida­des y la necesidad de cubrir necesidade­s básicas es una de las razones más poderosas que explica la cantidad de jóvenes que son seducidos por las organizaci­ones criminales en Latinoamér­ica. En la medida que la economía mejore, y con ello, las oportunida­des de trabajo digno y progreso en libertad, la penetració­n del crimen organizado irá disminuyen­do, y las capacidade­s del Estado para combatirlo se incrementa­rán.

—Entiendo que la reforma de prisiones es un objetivo urgente.

—Por supuesto. Pero no basta con recuperar el control de las cárceles. Hay que convertirl­as en verdaderos centros de rehabilita­ción y no en lugares de perfeccion­amiento de delincuent­es, y menos, como ocurrió hasta hace unos pocos meses, refugio de líderes de mafias, desde donde dirigían sus operacione­s contra el Estado y la sociedad.

Droga y violencia «Ecuador no es un narcoestad­o, pero los narcotrafi­cantes sí han aprovechad­o nuestra debilidad»

 ?? // F. LAGLA / M. ÁLVAREZ ?? El presidente de la Asamblea Nacional de Ecuador, H. Kronfle
// F. LAGLA / M. ÁLVAREZ El presidente de la Asamblea Nacional de Ecuador, H. Kronfle

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain