Sociedad Ilimitada
Bellingham-Vinicius. La sociedad formada entre el inglés y el brasileño es todo lo que soñamos un día que podrían haber sido juntos Hazard y Benzema y nunca pudo darse. El entendimiento entre los dos es total y perfecto. Una relación simbiótica en la que uno realza las virtudes del otro. Juntos consiguen hacer fácil lo difícil. El pase con el exterior de Vinicius y la finalización posterior de Bellingham ante el Girona fue una de esas jugadas que se ven muy claras desde el asiento, pero cuyo éxito final requiere de un montón de pequeñas y delicadas piezas de esas que los mecánicos te dicen siempre que tienen que venir de Alemania (como Bellingham). Un derroche conjunto de facultades técnicas y físicas. Aparte de la visión de juego que precisa ver el desmarque y tirar el pase, el acabado fue un excelso ejercicio de flexibilidad, agilidad y elegancia. A veces me cuesta creer que Bellingham sea tan bueno a la vez que tan consistente. Tiendo a pensar que algo oscuro nos oculta, un poco como Zidane, que era tan perfecto que luego se tenía que liar a cabezazos con unos y otros cuando se calentaba para recordarnos que también era humano.
Grande, fuerte y vertical. Dice David de la Peña con gran acierto que Bellingham es grande, fuerte y vertical y que eso precisamente hace que se tienda a infravalorar su asombrosa técnica y sentido del juego. Es verdad. Lleva 16 goles en Liga y, paradójicamente, las cifras parecen lo de menos. Porque eso sería limitar su impacto a unas estadísticas. La sensación es la de estar ante un coloso que entiende el juego y cambia la dimensión de tu equipo.
Tarjeta azul. Al final lo que va a retirar a Kroos, me temo, no va a ser ni la edad ni las lesiones ni la falta de competitividad. Va a ser la tarjeta azul. Veo imposible que el alemán encaje con naturalidad que un árbitro le saque una tarjeta de color azul a estas alturas de su vida. No le veo mentalmente preparado. Como cuando el dueño de Balmoral dijo que su último día abierto sería cuando prohibieran fumar dentro. Hay cosas que, justas o injustas, simplemente te separan del mundo que conociste. El alemán volvió a ofrecer ante el Girona un recital, muy bien escudado por Camavinga. Es, sin duda, el centrocampista de la temporada.