Jan & Xavi, dúo sacapuntas victimista
Nuestra crónica humorística está repleta de dúos: Hermanos Calatrava, Tip y Coll, Faemino y Cansado, Martes y Trece, Los Morancos, Pajares y Esteso… El FC Barcelona cuenta con Jan & Xavi: un Dúo Sacapuntas a la catalana porque le saca la punta al victimismo. Apodado Jan por sus fans, Laporta alcanzó la presidencia a lomos del ‘Elefant Blau’ y dejó el club hecho unos zorros. Luego jugó al secesionismo junto a Pilar Rahola en el Partit per la Independència y sesteó de concejal con Democracia Catalana, otro partido que cabía en un taxi. En 2020 volvió a liar al personal con su barcelonismo «desinhibido». Lo votaron quienes no tuvieron suficiente con el ‘procés’ y priorizan el patriotero «més que un club» a la gestión del club a secas. Como la economía no estaba para tirar cohetes, el presidente reincidente recurrió a Xavi, entrenador del Al Sadd qatarí. Nacían así Jan & Xavi.
Un dúo, aunque tragicómico, debe compenetrarse: Xavi comenzó sus pinitos victimistas cuando el referéndum ilegal del 1-O: «Lo que está sucediendo hoy en Cataluña es una vergüenza, es inadmisible que en un país democrático la gente no pueda votar», declaró pomposo. Siguió haciendo méritos en marzo de 2018: «Estoy muy a favor del derecho a decidir y después el fútbol. Hay un pueblo, en Cataluña, que está en la calle pidiendo el derecho a decidir y están mirando a otro lado». Y como no hay dos sin tres, insistió desde Qatar, septiembre de 2019: «No vivo en un país democrático, pero creo que el sistema de aquí funciona mejor que el de allí». Si quieren más material, véase la recopilación de Sergi Font en estas páginas con los mejores gags verbales del que antaño fue gran centrocampista y hogaño mediocre entrenador.
Con 300 millones de euros gastados en jugadores que han hecho las delicias de los comisionistas; reforma del estadio por una desconocida constructora turca y el caso Negreira de fondo, Jan & Xavi retoman la vieja tradición de culpar al Madrid. «No es culpa de los astros, caro Bruto. Es culpa nuestra que vivamos siervos», escribió Shakespeare en ‘Julio César’. Nuestros sacapuntas victimistas no lucen esas sutilezas líricas. Las críticas de la prensa perjudican al equipo, advierte Xavi. Si la inspección laboral informa que veinte de las cincuenta empresas subcontratadas en el Camp Nou incumplen la normativa, Jan ataca a ‘El Periódico’ por informar: «Es una vergüenza, las portadas son de querer que esto no prospere, es un proyecto de ciudad y de país». Ser «més que un club» otorga bula, oiga. La agresividad del presidente reincidente es tal, que el Consejo de la Información de Cataluña (CIC) comunica que «descalificar gratuitamente el trabajo de los periodistas conduce al enfrentamiento y puede llegar incluso al odio».
A falta de proyecto deportivo, el dúo saca más punta al victimismo. Entre sus últimos espectáculos, el del Real Madrid-Almería: «Va a ser difícil ganar esta Liga». O del Alavés-Barcelona: «Ya dije que no me gustaba que condicionasen a los árbitros y lo están haciendo cada semana... El caso Negreira no nos ha sumado», ambos del Xavi más quejica. Jan cultiva también el gruñido del resentimiento: «La competición está adulterada». Y Xavi rubrica la actuación con un alarde de personalidad: «Comparto las palabras del presidente al cien por cien».
Aunque el repertorio provoca bostezos y sin más pasta que dilapidar, al declinante dúo no le queda otra que prorrogar hasta junio el estribillo tristón de «yo sólo pido que nos dejen competir». Y el «més que un club» a punto de mutar en «casi una Sociedad Anónima». Maldita la gracia.
A la declinante pareja no le queda otra que prorrogar hasta junio el estribillo tristón de «yo sólo pido que nos dejen competir»