Emproacsa se prepara para años de ajustes por su déficit global
Estará sometida a vigilancia trimestral por la mala situación de sus finanzas
La empresa provincial de aguas de Córdoba, Emproacsa, tendrá que desarrollar un ajuste que durará varios años antes de encontrar el equilibrio presupuestario y levantar una situación de pérdidas acumuladas que supera los 20 millones de euros, siete millones solamente atribuibles al año 2023.
El informe financiero interno explica que la organización pública, que cuenta con unos ingresos de 28 millones de euros y una plantilla de trescientas personas, sube las tarifas un 22% porque no tiene más remedio pero que ello no supone, ni de lejos, una solución para sus problemas. Lo que explican los técnicos económicos de la empresa es que Emproacsa tiene, con o sin el problema del agua del Norte, un déficit estructural por la diferencia entre los costes de los servicios que presta y el ingreso que percibe por ello.
El gobierno que preside Salvador Fuentes ha dispuesto una doble aportación de cinco millones de euros (una para financiar gasto operativo y otra para inversiones) y recabará fondos de otras administraciones, por ejemplo, para el desarrollo de las actuaciones necesarias para dar estabilidad al agua de la zona Norte, que atraviesa una crisis sin precedentes. Diez meses sin poder contar con agua potable están teniendo un coste humano y también económico que, de momento, está afrontando principalmente la Junta de Andalucía.
El problema de Emproacsa es que, con casi total seguridad, no sea suficiente lo que se ha puesto en marcha
en 2024 a pesar de que el incremento del agua del 22 por ciento (más lo que venga por el decreto extraordinario de sequía) pueda no repetirse. La empresa pública reconoce que se tiene que someter a una verdadera reestructuración. No solamente tiene una situación de pérdidas recurrentes sino que ello obedece a causas muy profundas que exigen de la toma de decisiones.
Un ejemplo de ello es el incremento sensacional de costes que afectan a todas las empresas pero que no todas han decidido trasladar a su estructura de ingresos. El plan financiero explica que los costes eléctricos han pasado de 3,5 millones en 2019 a 7,6 millones. Y Emproacsa se hace cargo de cada vez más instalaciones. En 2020 había 37 depuradoras de aguas residuales. En 2026 habrá 56 como consecuencia de las mayores exigencias ambientales. Eso implica más gastos y más personal.
Emproacsa explica en su informe que cada vez más municipios se encuentran amparados en su servicio de ciclo integral del agua. Los últimos: Peñarroya-Pueblonuevo y Puente Genil. Eso no es malo per se. El problema es que los ingresos que generan los municipios no cubren los costes que originan. Lo que implica que, a más términos municipales, más problemas existen de desequilibrio financiero.
La debilidad
Uno de los datos que se ofrecen para explicar la debilidad de la empresa provincial de aguas es que el capital social asciende a 1,5 millones. El de Emacsa supera muy ampliamente los ocho millones y medio. Las reservas obligatorias, legales, superan los 300.000 euros y las voluntarias ascienden a cero euros (por comparar, las reservas de Emacsa superan los 5 millones de euros). Eso implica que, con las pérdidas acumuladas, el patrimonio neto de la empresa hubiese sido negativo en 2023 sin una aportación de 5,8 millones de euros extraordinarios (en puridad, un adelanto de fondos que habrá que compensar) la situación se hubiese puesto muy cruda. La empresa provincial no es que vaya sobrada tampoco de efectivo.
Las cuentas de 2024 que acaba de aprobar la Diputación de Córdoba avisan de que se van a tener que revisar cada tres meses buscando desviaciones contando con que ya se tienen en cuenta los gastos operativos de la nueva depuradora de La Colada. Eso ocurre cuando se va con tan poco margen que hay que adoptar decisiones sobre la marcha. El documento avisa de que será preciso un cambio general de la empresa que incluye iniciativas de infraestructura, digitalización, inversiones en energías alternativas o entrada de nuevos municipios al ciclo integral del agua aunque con precios que no generen más desequilibrio.
El presidente de la Diputación, el popular Salvador Fuentes, ha explicado que no da por hecho que la empresa de aguas de Córdoba tenga que ser deficitaria como ocurre con las de transporte público.
La empresa tiene un capital social reducido y unas reservas casi simbólicas que precisan de cambios profundos