Calderería Manzano abrirá nueva planta en Villafranca en meses
La firma de Bujalance ha invertido unos 2,5 millones de euros en la fábrica a estrenar
Importante paso adelante y de crecimiento exponencial es el que realizará este año en curso 2024 la empresa Calderería Manzano, firma con sede en Bujalance desde hace más de un siglo que está especializada en la fabricación de depósitos y de maquinaria para almazaras y cooperativas olivareras. En unos meses tienen previsto inaugurar sus nuevas instalaciones ubicadas en el término municipal de la localidad de Villafranca, que vienen a complementar la factoría del municipio bujalanceño debido a sus crecientes necesidades de producción que han ido surgiendo en los últimos años.
La directora general de la compañía industrial bujalanceña, Ángela Manzano, adelantó a ABC Córdoba que será esta primavera cuando esperan poner en funcionamiento este nuevo recinto productivo tras realizar una inversión que ronda los 2,5 millones de euros.
Según informó la empresa, la nueva fábrica, que se encuentra en el Polígono Industrial Dehesa de Cebrián, vendrá a sustituir y ampliar las instalaciones con las que ya contaban en la misma zona desde 2014. «Se trata de una nueva parcela que contará a la finalización de las obras con casi 4.000 metros cuadrados de producción y unos 8.000 metros cuadrados en exteriores para acopio de producto terminado», según detalló la directiva.
La plantilla
Desde la empresa, cuya facturación en 2023 superó los 14 millones de euros y que cuenta con una plantilla formada por unas 80 personas, se destacó que «el amplio espacio exterior permitirá el almacenamiento de producto terminado de grandes dimensiones y una distribución del proceso de fabricación que supondrá un incremento de la producción de depósitos de acero inoxidable de alrededor del 50 por ciento». Del mismo modo, la nueva planta, según subrayó Manzano, está diseñada para la elaboración de una gama más amplia de productos gracias a sus más de 20 metros de altura.
Fue en 2014 cuando la firma puso en marcha su centro productivo en Villafranca tras invertir un millón de euros. Desde ese momento han sacado al mercado unos 240 depósitos al
año con unas capacidades que van desde los 2.000 litros hasta las casi 200 toneladas de aceite de oliva. «La que se había convertido en la segunda factoría de nuestra marca pronto se reveló insuficiente para cubrir la demanda de nuestros clientes, además de que la organización de la producción requería mayores zonas de acopio que permitieran una mayor flexibilidad y alivio a los problemas derivados de la temporalidad del aceite de oliva, por lo que nos hemos visto obligados a llevar a cabo este proyecto de ampliación», destacaron desde la compañía.
Su sede central en Bujalance dispone de una primera planta que fue renovada en 2016, otro recinto de producción de 3.500 metros cuadrados y un espacio exterior de unos 9.000 metros cuadrados. Manzano aseguró que «estas instalaciones serán siempre el corazón de nuestra empresa, por lo que llevaremos a cabo un plan de renovación y reindustrialización de esta planta entre 2025 y 2026».
La responsable empresarial resaltó el alto nivel de externalización de la compañía, ya que el 65 por ciento de su negocio se desarrolla fuera de España, con una fuerte implantación en el mercado portugués, pero estando también presentes en países como Estados Unidos, Marruecos, Túnez, Bulgaria, Guatemala o Canadá, entre otros.
Manzano también apuesta por diversificar su actividad. Su directora general detalló que, en colaboración con su socio comercial alemán Flottweg, van a empezar en breve a suministrar tecnología a la industria vitivinícola.
La empresa, con 80 trabajadores, tiene una facturación de 14 millones de euros en el último ejercicio anual