La Fundación Atrio Cáceres convierte la música en una forma de vida
Presenta la segunda edición del festival Atrium Musicae, con dirección artística de Antonio Moral
El cocinero Toño Pérez y su socio José Polo, fundadores del restaurante y hotel Atrio de Cáceres, están convencidos de que la música es un remedio infalible contra todos aquellos males que los clásicos llamaban demonios, es decir la confusión, la turbación, la melancolía y la tristeza. Por eso crearon la Fundación Atrio Cáceres, dispuestos a que en su ciudad el arte y más exactamente la música se convirtieran en instrumento de transformación y cambio.
Los programas que desarrolla la fundación explican la ambición del proyecto. Por ejemplo, el denominado Acordes, dedicado a niños de entre 4 y 6 años y destinado al desarrollo de habilidades relacionadas con la creatividad, el comportamiento, la autoestima, la memoria y la capacidad de razonamiento. O el denominado Innovación y talento, para jóvenes de entre 20 y 30 años y adultos mayores de 50 para quienes la música puede ser una herramienta para la promoción del bienestar psicosocial.
La Fundación Atrio Cáceres presenta la segunda edición del festival Atrium Musicae, organizado con dirección artística de Antonio Moral. Entre el jueves 8 y ayer hubo seis conciertos ubicados en lugares emblemáticos de la ciudad, desde la concatedral de Santa María, al Gran Teatro, del Palacio de Congresos al Museo Vostell dedicado al legado fluxus del alemán Wolf Vostell y situado en Los Barruecos, un paraje declarado Monumento Natural.
Algunas citas musicales son evidentes, como el concierto de la Orquesta de Extremadura y Coro de Cámara de Extremadura con Andrés Salado, y en el que se unen el ‘Réquiem’ de Mozart con fragmentos de la música que Henry Purcell escribió a la muerte de la Reina Mary de Inglaterra. Está también el concierto del trompetista Manuel Blanco y el organista Daniel Oyarzábal, además de las ‘Variaciones Goldberg’ en versión de Diego Ares, cuya grabación ya acumula premios de referencia.
Elisabeth Leonskaja
El festival pivota sobre la presencia de la pianista Elisabeth Leonskaja, a quien se le encomiendan tres conciertos cargados de intención: las tres últimas sonatas de Beethoven, testamento pianístico de un autor dispuesto a presagiar el futuro, la actuación con el vienés Cuarteto Kandinsky en un programa dedicado a Robert Schumann, y el original programa ‘Leonskaja & Friends’, en el que toma relevancia la música de Franz Schubert con la recreación de un encuentro musical protagonizado por la voz y el piano, y en el que participan el pianista Julius Drake, la soprano Katja Maderer y el barítono Jonas Müller.
Atrium Musicae impulsa la normalización de la vida musical en una ciudad que, paradójicamente, escuchará algunas de estas músicas por primera vez. Entre las acciones más recientes está la adquisición del emblemático edificio Clavellinas por parte de la Fundación Atrio Cáceres con el fin de instalar una Escuela de Música de Alto Rendimiento.