ABC (Córdoba)

El Córdoba saca la artille

▶El cuadro blanquiver­de doblega al Atlético de Madrid B y se lleva tres puntos de oro tras una gran jornada

- JUAN CARLOS JIMÉNEZ CO´RDOBA

Todas las victorias son importante­s. La del Córdoba es oportuna. El cuadro blanquiver­de doblega de nuevo al Atlético de Madrid B, esta vez en El Arcángel, para hacerse con la tercera plaza y poner tierra de por medio con los perseguido­res por el play off de ascenso. El Córdoba fue superior de principio a fin y así lo demostró en todo el partido. Demostró su gran poderío ofensivo, que será clave para la segunda vuelta. Un duelo redondo por el nivel mostrado y por los resultados de la jornada que afianzan el proyecto del Córdoba y avivan la ilusión de la afición, con ganas de más. El filial rojiblanco, a pesar de empatar con el Castellón, no fue rival para los blanquiver­des, que dejaron grandes sensacione­s en el césped.

No hizo muchos cambios Iván Ania en el once. La única novedad fue la entrada de Simo para ocupar el lugar de Adilson, sancionado por acumulació­n de tarjetas amarillas. Le tocaba esperar a Álvaro Leiva, que acaba de llegar y aún debe acumular ritmo competitiv­o. El técnico confió de nuevo en Matías Barboza, del filial, ante un Martínez que esperaba desde el banquillo. Toril le ganó de nuevo la partida a Casas en la delantera y demostró que ha llegado para quedarse. Con estos mimbres, el Córdoba arrancó un encuentro que empezó con mucha intensidad por parte de ambos equipos.

Primer golpe

Tras unos primeros minutos de tanteo, el Córdoba logró asestar rapidament­e el primer golpe. Un centro de Carracedo llegó hasta el corazón del área para que rematase de cabeza Kike Márquez (1-0, min. 10). Mejor guion, imposible. Sin embargo, poco duró la alegría en el equipo de Iván Ania. Un fallo en la salida de balón blanquiver­de, sumado a la alta presión de los rojiblanco­s, hizo que Cala marcase el gol del empate a los tres minutos (1-1, min. 13). Lo siguió intentando el Córdoba con un disparo de Kike Márquez, que fue a las manos del portero.

También a la contra. Filtró Simo el pase que llegó para Álex Sala. Intentó conectar con Toril, pero se topó con la defensa. Carracedo estaba solo en la banda derecha. El mismo extremo marroquí, que estaba activo, realizó una gran carrera por su banda, que llegó hasta línea de fondo para servir el balón a Toril en el área. No pudo rematar el delantero balear. El dominio era blanquiver­de, pero el filial rojiblanco asustaba en las contras por su velocidad. Logró materializ­ar ese dominio. Simo recogió un balón suelto en el área, provocado de nuevo por Carracedo, para volver a poner por delante a los suyos (2-1, min. 33).

La segunda mitad empezó con un pequeño susto. Matías Barboza se tiró al suelo y tuvo que ser atendido por las asistencia­s médicas al sufrir un pequeño golpe, que ya venía de la primera mitad. Finalmente, fue sustituido y debutó José Antonio Martínez. El central, que llegó en el mercado de invierno, se colocó junto a Lapeña en el eje de la zaga para sus primeros minutos como blanquiver­de. El Córdoba tenía el dominio del encuentro. Álex Sala probó suerte con un disparo lejano que se marchó a la derecha de la portería.

Los casi 10.000 espectador­es de El Arcángel se animaron en busca del tercer gol. Llegó. Tras una jugada de ataque del Córdoba, Carracedo recogió el balón en el área y con el interior intentó dar un centro que se coló en la portería (3-1, min. 59). Broche de oro a la actuación del extremo, que se llevó una asistencia y un gol de un encuentro muy intenso. Entraron desde el banquillo Antonio Casas y Kuki Zalazar para aportar frescura al equipo. El Córdoba no se conformaba y buscaba el cuarto. Tenía más presencia en el área rival. Le dio al partido para amarrar el resultado. El Atlético de Madrid B avisó con un disparo de Abde, que se marchó rozando la portería de Carlos Marín.

Iván Ania hizo más movimiento­s en el banquillo con la entrada de Álvaro Leiva e Iván Rodríguez, que tuvo un rol de extremo derecho compartien­do banda con Carlos Albarrán, volcado en ataque también. El Córdoba encontró el cuarto gol, que tanto acariciaba. Una gran jugada de los blanquiver­des. Kuki Zalazar picó el balón para filtrar un pase para Álex Sala que se coló en el área rival. Cedió el balón para Antonio Casas en el segundo palo y el rambleño marcó el cuarto tanto del encuentro (4-1, min. 83). Ocho goles del delantero que desempata con Adilson y se coloca de nuevo en solitario como Pichichi del equipo.

El marcador no se movió más y El Arcángel terminó por corear a sus jugadores, que habían hecho de su estadio un fortín esta vez. Dos victorias consecutiv­as y una racha de cinco partidos sin perder. Tras un mal bache en el inicio del año, el Córdoba ha conseguido desquitars­e y volver a la senda de la victoria en la que debe mante

nerse de aquí a la recta final de la temporada. Iván Ania ha conseguido que su equipo rinda al completo. Jugador por jugador. Por ejemplo. Simo aprovechó su oportunida­d. Tras la ausencia de Adilson, le tocó al extremo marroquí que respondió con un gol y una gran primera mitad. Mismo caso que Antonio Casas, que logró poner fin a la sequía goleadora que estaba sufriendo. La competenci­a crece en el equipo y eso trae los buenos resultados que acompañan al Córdoba en las últimas jornadas de la competició­n.

El equipo pone la vista ya en el próximo encuentro ante el Ceuta. Un rival peligroso, que llega en línea ascendente, y puede hacer daño a los blanquiver­des en el Alfonso Murube. Primero, el Córdoba debe digerir una jornada perfecta en la que todos los equipos de la zona alta pincharon a excepción de los cordobesis­tas. El Grupo 2 de Primera Federación está más vivo que nunca.

 ?? // VALERIO MERINO ?? Simo (izquierda) fue uno de los protagonis­tas del encuentro tras volver a la titularida­d con un gol y una gran primera mitad al igual que Carracedo (derecha), que firmó un gol y una asistencia ante el filial rojiblanco. Los extremos y su verticalid­ad fueron clave para la victoria abultada de los blanquiver­des en El Arcángel.
// VALERIO MERINO Simo (izquierda) fue uno de los protagonis­tas del encuentro tras volver a la titularida­d con un gol y una gran primera mitad al igual que Carracedo (derecha), que firmó un gol y una asistencia ante el filial rojiblanco. Los extremos y su verticalid­ad fueron clave para la victoria abultada de los blanquiver­des en El Arcángel.
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