Armengol dice que no es momento para debates sobre la Monarquía
Francina Armengol, reconocida republicana, admitió ayer que «no es el momento» para debatir sobre la forma del Estado. La presidenta del Congreso, que en 2014 aludió a la posibilidad de un referéndum sobre la Monarquía tras la abdicación de Don Juan Carlos, alejó ahora ese escenario, pese a que apuntó que la democracia española es «madura» y permite hablar de todo, incluido el paso a una república.
La dirigente socialista, sin embargo, afirmó ayer que no se dan las circunstancias para abordar ese debate, en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, según recoge Europa Press. A la tercera autoridad del Estado la presentó uno de sus antecesores en el cargo, el también socialista José Bono, que recordó esa apuesta de Armengol por el referéndum y admitió que la veía «más cercana a los nacionalistas radicales».
Bono dijo estar tranquilo con ella como presidenta del Congreso y aseveró que es una demostración de que en el PSOE caben «todos». No obstante, lo cierto es que bajo su mandato los socialistas han asumido por primera vez la reivindicación nacionalista para que se hablen en la Cámara Baja las lenguas cooficiales del Estado, a pesar de la existencia de un idioma común compartido por todos los españoles como es el castellano.
Armengol sí apostó abiertamente por «actualizar» la Carta Magna para transformar el Senado en una verdadera cámara territorial, para incluir referencias a la Unión Europea, para blindar derechos como la vivienda y la salud, y para asuntos relacionados con el uso de los datos personales. «La Constitución española es maravillosa, ha permitido los mejores 45 años de la historia de España y dice con qué mayorías se modifica», señaló, y añadió después: «Ahora, si no somos capaces de no insultarnos, no sé si somos capaces de sentarnos y hablar de todo».
En los pocos meses que lleva en el cargo, Armengol ha tenido que presidir el histórico acto de la jura de la Constitución de la Princesa Leonor, donde la máxima autoridad del Poder Legislativo reconoció a la Heredera como la «digna representante» del país. En aquella cita habló de «soberanía popular» en vez de nacional, pero evitó polemizar con vivas a la Constitución, a España y al Rey.