El fiscal pide amparar a la mujer trans despedida del Arqueológico
Cree que el Tribunal Constitucional debe anular la decisión adoptada en 2017
La Fiscalía del Tribunal Constitucional ha propuesto amparar a una mujer transexual que fue despedida del Museo Arqueológico de Córdoba en 2017 tras llevar diez años trabajando en el centro cultural. El escrito, adelantado por eldiario.es y confirmado por ABC, puede implicar un cambio de rumbo de todo lo que concierne al Arqueológico y a la reciente destitución de su directora , María Dolores Baena. El asunto que se dirime en el Constitucional está directamente relacionado con su salida.
Aún con el PSOE en el poder, una trabajadora transexual del Arqueológico de Córdoba fue despedida (tenía consideración de interina). Decidió recurrir a los tribunales de justicia alegando que la separación del servicio había sido discriminatoria. El fiscal del Constitucional no cree tanto que exista una discriminación como que la Junta no ha probado que tal discriminación no existió.
La trabajadora prestaba servicios en las taquillas del centro y, puntualmente, realizaba apoyo a las visitas guiadas, explica el abogado que lleva la defensa, Valentín Aguilar, en los antecedentes del recurso. Desde que inició la transición, explica en su recurso, fue retirada de estas labores. De hecho, no podía realizar apoyos en el patio de las instalaciones. Siempre según su versión se le cambió de trabajo para que no estuviese en un lugar visible. Se llegó a ofrecer voluntaria para echar una mano en los momentos de más trabajo como las visitas escolares. Esa petición no fue atendida.
En segunda instancia, la mujer realizó la petición de que se dirigiesen a ella con su nombre femenino. La primera reacción de la directora fue negativo, se explica en los fallos conocidos, hasta tanto no existiese un documento de identidad que dijese que era una mujer. El cambio de nombre se pidió en febrero de 2016 y no se admitió hasta finales de ese año por medio de un correo electrónico de Baena a toda la plantilla.
Lo siguiente que viene es el despido. La mujer fue separada del servicio al dotarse una plaza de funcionario por jubilación parcial de otra persona. La interina no pudo conseguir esa plaza y se quedó sin sitio en la plantilla. La mayor parte de los interinos de largo recorrido se encuentran en estos momentos en un proceso de estabilización. Si se le da la razón al fiscal, se produciría la nulidad del despido.
Sobre esta cuestión ha habido dos sentencias. En primera instancia, el tribunal condenó a la Junta porque apreció un supuesto de discriminación. El TSJA tumbó esa condena. No puso en duda datos sobre que se le negaba el nombre de mujer pero entendió que la Junta podía sacar a concurso esa plaza.
Dentro de la Junta se inició un procedimiento del comité antiacoso. Es una instancia interna de la Administración autonómica que estudia lo que ha pasado y propone medidas. Estableció que la exdirectora del centro no había cometido acoso pero recomendó que pasase por un curso sobre cómo reaccionar ante este tipo de situaciones. Una reeducación en igualdad.
María Dolores Baena ha explicado que se negó rotundamente a realizar curso alguno al entender que era una mancha en su historial. Si no había habido condena ni dictamen del comité antiacoso, se negaba a estas actuaciones. Entre 2016 y 2023, ocurre algo relevante: la ley trans. Este tipo de acciones pasan a la actualidad y ganan en gravedad. Las diferencias entre Baena y la Consejería de Cultura van creciendo con el paso de los meses. La exdirectora del Arqueológico decide recurrir y en el Gobierno andaluz entienden que no es viable mantener a una directiva que, en un cargo de confianza, lleva a los tribunales a quien la mantiene en el cargo. Llevaba en la dirección 21 años.
El Ministerio Público cree que la Junta no ha podido probar que el caso no es discriminatorio en las explicaciones dadas