Y dos huevos duros
No hay semana que pase sin que el Gobierno saque de la chistera una solución para el agua del Norte
Groucho Marx ha aparecido en la escena de la crisis del agua. El celebérrimo pasaje del camarote de ‘Una noche en la ópera’ y su antológica frase cada vez que abría la puerta («Y dos huevos duros...») se antojan un ripio para el nivel que está alcanzando el laberinto de embalses, trasvases, potabilizadoras, cámaras oscuras, tuberías y redes eléctricas entre tanto el tiempo pasa y los camiones cisternas siguen a lo suyo.
A la subdelegada del Gobierno, la señora López Losilla, le han susurrado de cerca que insista mucho en eso del agua. Y hete aquí que la nueva inquilina de la plaza de la Constitución anuncia una estación potabilizadora nueva en Sierra Boyera. Y dos huevos duros. En una secuencia de apenas un año y medio hemos escuchado al Gobierno decir que era urgente un trasvase de Puente Nuevo a Sierra Boyera, luego rechazarlo, entre tanto insistir en que ellos no tienen competencias y que era la Junta de Andalucía la que no quería terminar La Colada (que el PSOE de Manolo Chaves abandonó); sacarse de la chistera la conducción provisional entre el embalse de El Viso y el de Belmez; que terminaría con los generadores quemados; que más tarde se enrocara en su posicionamiento y que negara en varias ocasiones esa conducción que en la sequía de 1995 sirvió para aliviar el problema en el Norte de Córdoba.
Y dos huevos duros. Luego se inventó una plataforma a la que situó como interlocutora real con el asunto. Nos regaló visitas del secretario de Estado de Medio Ambiente que en un giro copernicano llegó a admitir en una reciente visita a Villanueva de Córdoba que ahora no descartaban el trasvase de Puente Nuevo porque aparecía en los papeles del Plan Hidrológico 2022/2027. Y en estas que la ministra hizo una visita invisible a la zona para reunirse con la susodicha plataforma y avanzar el contundente mensaje de que «seguismo trabajando» y lo vamos a arreglar entre Juanma Moreno y yo.
Mas una vez repleto el camarote de surrealismo, surge la nueva potabilizadora cuando la Junta y la Diputación se van a gastar 4 millones en arreglar la que ya hay para limpiar el agua sucia. Y dos huevos duros.