La defensa del capitán asegura que la maniobra no está regulada
▶ Explica que ninguno de los 300 manuales del Estado Mayor fija unas condiciones
La defensa del capitán investigado por la muerte de dos militares durante la maniobra ‘cruce del cauce de agua’ el pasado 21 de diciembre en Cerro Muriano alega que de los casi 300 manuales militares expuestos en un informe del Estado Mayor, «no hay ninguno que regule específicamente» la misma.
En este escrito de la defensa del capitán, al que ha tenido acceso ABC, y elevado a la Autoridad Judicial para impugnar los recursos presentados por las acusaciones particulares que representan a los familiares de los dos fallecidos contra la inhibición al Juzgado Militar, se expone que «según los informes militares y policiales, se evidencia que hubo cuerda-guía en la forma habitual y personal auxiliar en orilla para emergencia (identificado con camisetas rojas). El mando —sigue— tomó diversas medidas para mejorar la seguridad respecto del planteamiento del ejercicio en la forma que se realizaba anteriormente».
Del mismo modo, el escrito refleja que «igualmente consta que este ejercicio se ha realizado en ocasiones anteriores, incluso de noche o sin cuerda guía». Para este letrado, que ha sido el último en personarse en la causa, la temperatura era de 8 grados a la hora en que se ejecutó (9.00 horas); y que esperó a que saliera el sol para mayor luz y temperatura.
Sin embargo, hay que recordar que las pesquisas de la Guardia Civil, avanzadas por ABC, sobre el caso llevan a un informe de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sobre los registros de esa jornada en el campo de maniobras y esos 8 grados de temperatura a los que hace referencia la defensa eran los que se registraron cuatro horas después.
En concreto, la referencia de la temperatura media medida por los integrantes del Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado, que hacia las 13.00 horas (cuatro después del inicio de la práctica) midieron 8 grados en el lago. Los investigadores deducen que a las 9.00 horas «la temperatura del agua debía ser muy baja».
En esta misma línea de defensa del capitán, este letrado recuerda en su escrito que «existía ambulancia en el lugar señalado por los planes correspondientes; se ordenó no portar el equipo y armamento colectivo; retirar el chaleco antifragmento; y los instructores estaban alternados con los soldados nuevos para guía y acompañamiento».
Por el contrario, el abogado del capitán investigado califica de «clamorosa la ausencia total en los recursos de mención alguna a la diligencia desplegada en los planes previstos, su aprobación superior o su adecuación a los manuales oficiales teniendo en cuenta que de los casi 300 manuales militares expuestos en el informe del Estado Mayor, no hay ninguno que regule específicamente esta maniobra».
En consecuencia, concluye este escrito, «habiendo múltiples elementos de diligencia en la planificación y dirección del ejercicio, y por tanto siendo cuestionable la existencia de negligencia, menos aún cabría apreciar un dolo eventual de homicidio». Se trata de una conclusión muy similar a la que ha alcanzado el Ministerio Público en su informe.