La aguja de la catedral de Notre Dame vuelve a ser visible cinco años después del incendio
▶ Han comenzado a retirar los andamios, para su reapertura a finales de diciembre
Con el inicio de la retirada del gigantesco andamio que ha permitido reinstalar su legendaria aguja, comienza la cuenta atrás de la reapertura solemne de la catedral de Notre Dame, tras los cinco años de trabajos de reconstrucción que siguieron a su trágico incendio el 15 de abril de 2019.
En su día, el incendio de uno de los grandes monumentos fundacionales de nuestra civilización fue percibido como una tragedia nacional, europea, universal. Emmanuel Macron lanzó una promesa y anuncio solemne: Notre Dame estaría restaurada y abierta el público en un plazo de cinco años.
Los tres primeros años fueron un rosario de catástrofes, Covid incluido. Llegó a temerse un retraso grave. Durante los últimos dieciocho meses todavía estallaron polémicas sobre la restauración de vidrieras y otros «detalles» sensibles, como el futuro mobiliario de la nave central. Finalmente, los trabajos están entrando en su recta final. Ayer comenzó el desmantelamiento parcial y la retirada de los andamios que han permitido realizar los trabajos en el exterior de la catedral. Desde ahora ya es posible admirar de nuevo la gran aguja que remata la catedral. Una aguja cuya instalación comenzó a finales del año pasado. La aguja y el gallo de la flecha de la catedral han sido reconstruidos siguiendo el modelo concebido por Eugène ViolletLe-Duc, el gran arquitecto que realizó la reconstrucción del siglo XIX. Podrán admirarse definitivamente a lo largo de la primavera.
La reconstrucción de la catedral también ha sido una manifestación de fuerza y solidaridad nacional: los materiales, la tecnología, los equipos han sido siempre franceses… las maderas, piedras, vidrieras, etcétera, han respetado siempre esa condición impuesta desde la Jefatura del Estado. La reconstrucción de un histórico monumento nacional debía ser un homenaje a los materiales y saber hacer franceses.
Se espera que el desmantelamiento de los andamios haya podido terminarse completamente para los Juegos Olímpicos del 26 de julio al 11 de agosto próximos. Se espera, igualmente, que el público pueda comenzar a visitar algunas dependencias del interior de Notre Dame, para finales del verano que viene. Todavía estará lejos la reapertura solemne, con misa cantada por los coros de la Conferencia episcopal. Se tratará del esprint final, a la espera del próximo mes de diciembre.